Manila – La Cámara de Representantes de Filipinas aprobó hoy la reinstauración de la pena de muerte para delitos relacionados con las drogas, en el contexto de una nueva etapa de la campaña del presidente Rodrigo Duterte contra esa ilegalidad.
El polémico proyecto de ley, que contempla la cadena perpetua para ocho delitos, fue aprobado con 216 votos a favor, 54 en contra y una abstención, reseña el sitio digital The Manila Times.
La pena capital se reserva para el tráfico de estupefacientes a partir de 500 gramos de marihuana o 10 de cocaína, así como para los asesinatos cometidos bajo la influencia de las drogas, detalla la fuente.
Las ejecuciones no se aplicarán a los menores de 18 años ni a mayores de 70, y se realizarán mediante ahorcamiento, inyección letal o pelotón de fusilamiento, añade.
Tras su ascenso al poder en junio del pasado año, Duterte reclamó la reinstauración de la pena de muerte, abolida en 1987, reintroducida en 1993 y otra vez anulada en 2006.
La decisión generó críticas y rechazo de la Iglesia Católica y organizaciones de derechos humanos, que pidieron al Gobierno abandonar el plan.