Berlín – La mayoría de los alemanes cree que la Unión Europea (UE) no debería continuar como hasta ahora, aunque no existe unidad en cuanto al camino que debería seguir, según una encuesta publicada por la empresa de demoscopia YouGov.
En el sondeo se preguntó a 1.032 alemanes sobre las estrategias propuestas por la Comisión Europea sobre el futuro de la UE. La estrategia “Continuar como hasta ahora” apenas contó con un siete por ciento de apoyo, frente a un 42 por ciento que la señaló como la menos atractiva.
De las cinco propuestas ninguna contó con una clara mayoría entre los alemanes. La que obtuvo una mayor aceptación fue la de ampliar la cooperación en todos los ámbitos políticos. Un 29 por ciento lo señalaron como el mejor camino para el futuro de la UE. Sin embargo, un 21 por ciento opinó que era mejor recuperar algunas de las competencias centrales cedidas en el pasado a la UE.
Una Europa de varias velocidades, a la que aspira la canciller alemana, Angela Merkel, contó solo con el apoyo de un 16 por ciento. Mientras, una reducción de la UE para que sea solo un mercado interior solo fue vista con buenos ojos por un 13 por ciento.
A la vista de la futura salida de Reino Unido de la UE y el incremento del euroescepticismo, la Comisión europea presentó hace unas semanas un concepto radical para llevar a cabo una reforma de la UE.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, presentó un documento de debate en el que se esbozaban cinco posibles escenarios de cómo se podría desarrollar la UE en el futuro. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE quieren discutir sobre el futuro de la UE en una cumbre el jueves y viernes.
Los cinco escenarios que se han presentado van desde una radical marcha atrás para centrarse sólo en el mercado único, renunciando a una mayor profundización política, hasta un modelo de Estados Unidos de Europa, en el que los 27 países que queden tras la salida de Reino Unido tomen las decisiones de forma más conjunta que hasta ahora y cedan parte de su poder de decisión a una entidad supranacional en Bruselas.
A medio camino de estas opciones quedaría una Europa de diferentes velocidades, una concentración en temas políticos importantes, en la que se podrían tomar más decisiones de forma conjunta, así como un modelo que esencialmente significaría “seguir como hasta ahora” con la actual UE.