El secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, entregó a la presidencia del Consejo Permanente, un informe “actualizado” sobre la situación de Venezuela.
El secretario general de la OEA anunció en varios mensajes en su cuenta de Twitter, la entrega del documento y aseguró que en el país suramericano se rompió el orden constitucional.
En el documento, Almagro recomienda un referéndum revocatorio, como la única solución política de Venezuela dado el polarizado sistema político del país; la liberación de todos los detenidos por razones políticas; resolver conjuntamente entre el poder ejecutivo y el legislativo, la situación de vulneración de los derechos básicos de la población como el acceso a alimentos y servicios de salud.
Almagro pide también a ambos poderes del estado venezolano trabajar unidos para satisfacer la obligación del gobierno de brindar estándares suficientes de seguridad a los ciudadanos.
Al poder ejecutivo exhorta a eliminar toda forma de incumplimiento de los preceptos constitucionales y políticos respecto al equilibrio de poderes del estado.
Se pide también una nueva integración del Triibunal Supremo de Justicia, trabajando conjuntamente con la Asamblea Nacional, dado que la actual integración está completamente viciada tanto en el procedimiento de designación como por la parcialidad política de prácticamente de todos sus integrantes.
Se invita a la creación de un mecanismo de combate a la corrupción integrado por expertos internacionales independientes apoyados en el sistema de las Naciones Unidas (características de la CICIG) y/o OEA, y a la incorporación de una Comisión de la Verdad.
Para sustentar su petición de suspender a Venezuela si no da estos pasos, Almagro recuerda que el artículo 20 de la Carta, que él invocó el pasado mayo, estipula que, si fracasan las gestiones diplomáticas o ante un caso de urgencia, el Consejo Permanente puede convocar de inmediato una Asamblea General extraordinaria.
Y el artículo 21 indica que si la Asamblea, el máximo órgano de la OEA con los cancilleres de los 34 países, constata que se ha producido “la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas”, puede suspender a ese Estado de su participación en la OEA.
Para ello se necesitan dos tercios de los 34 países que conforman la OEA y la suspensión entraría en vigor de inmediato.