Berlín/Moscú – La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá hoy en el balneario de Sochi con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Se trata del primer viaje de Merkel a Rusia en dos años, una visita que la mandataria germana en realidad no quería hacer sin que antes se produjesen avances en la solución del conflicto entre el Gobierno ucraniano y los separatistas del este de Ucrania apoyados por Moscú.
Las diferencias entre ambos mandatarios no han mermado desde la última visita de Merkel a territorio ruso. Las distintas posiciones en el conflicto de Ucrania y la crisis en Siria, donde Putin lucha junto con el presidente Bashar al Assad, dominarán la cita, estiman expertos en Moscú.
Merkel hará un intento por evitar una nueva escalada de violencia en Ucrania después de que el conflicto se cobrara la semana pasada por primera vez una víctima mortal entre los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) al pasar un vehículo sobre una mina en la región del Donbás.
Las condiciones para celebrar consultas fructíferas están dadas en la teoría. La alemana y el ruso hablan a la perfección el idioma del otro y se conocen desde hace años en el escenario político mundial.
Sin embargo, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, insinúa que el ambiente que reina entre ambos no es el mejor. “Por supuesto que hay dos temas que lastran la relación”, admitió el vocero en Berlín.
Y mencionó la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú en 2014 y la desestabilización del este de Ucrania a través del respaldo a los separatistas. El tema de Ucrania abrió una grieta entre Merkel y Putin difícil de cerrar.
También hay recelos en Rusia. Alemania impulsa la retórica antirrusa, comentaba el diario “Izvestia” y estimó que aún no se avizora el fin de las sanciones impuestas por europeos y estadounidenses a Rusia tras la anexión de Crimea.
Pese a todo, Merkel sigue siendo una interlocutora importante para Putin. Muchos en Moscú esperan que la alemana contribuya a poner fin a la falta de diálogo entre Occcidente y Rusia en la cumbre de G20, el grupo de los 20 principales países industrializados y emergentes, que se lleva a cabo este año en Hamburgo.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, probablemente también figure en la agenda de los mandatarios en el balneario a orillas del Negro. Moscú ha reaccionado con cautela al reciente ataque con misiles a una base aérea siria ordenado por Trump.
A diferencia de Merkel, que visitó a Trump en marzo, Putin aún no se ha visto las caras con el presidente norteamericano. “Para Putin es importante tener información de primera mano”, sostuvo el diario “Nezavisimaya Gazeta”, que especula con que Merkel podría llevar un mensaje de Trump a Putin.
¿Hará la canciller alemana de mediadora entre Trump y Putin? Por de pronto, el diálogo con Moscú nunca se cortó, como destacó el portavoz de Berlín. “Al mismo tiempo tenemos y hemos tenido en los últimos años la intención de implicar a Rusia en la medida de lo posible en soluciones constructivas”.
Putin viajó en octubre de 2016 a Berlín para abordar los conflictos en Ucrania y Siria y ambos mandatarios suelen hablar por teléfono con regularidad. Círculos gubernamentales en Berlín señalaron que Merkel confía en poder conseguir avances en Sochi. Pero Merkel siempre confía, aún cuando las cosas parezcan no tener solución.