En la Embajada de Venezuela en España, un nutrido grupo de manifestantes mantuvo la sede diplomática retenida por varias horas
Estados Unidos anticipa que el gobierno de Venezuela optará por aumentar la represión para contener un creciente descontento popular este año, dijo ayer jueves un alto funcionario de la inteligencia estadounidense.
Washington también visualiza que el gobierno de Cuba se enfocará en mantener el control político mientras prepara una transición histórica hacia una era sin un Castro en el poder, a inicios del próximo año.
“El gobierno impopular y autocrático de Venezuela optará por métodos más represivos para contener a los opositores políticos y el descontento en las calles”, dijo el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.
Coats presentó ante la Comisión de Inteligencia del Senado lo que su despacho considera son las potenciales amenazas a la seguridad de Estados Unidos, y al referirse al continente americano destacó a Venezuela, Cuba y México.
El funcionario destacó que en Venezuela, país sentado sobre las mayores reservas de crudo del mundo, “el petróleo por mucho ha sido la gallina de los huevos de oro del régimen, pero la mala gerencia ha llevado a una caída de los ingresos”.
“Consideramos que el gobierno venezolano tendrá problemas para contener la inflación, hacer pagos de deuda y pagar importaciones de bienes básicos y medicinas”, señaló.
La dificultad de los venezolanos para obtener comida y medicamentos, y una inflación de tres dígitos alimenta una ola de protestas callejeras, con manifestantes pidiendo elecciones generales para acabar con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El almirante Michael Rogers, director de la agencia de vigilancia informática NSA, expresó preocupación por la posibilidad de que un gran caudal de armas en Venezuela caiga en manos de agrupaciones civiles que apoyan a Maduro.
“Hay muchas armas y el riesgo es real, serio y últimamente una amenaza para Suramérica y Centroamérica”, además de Venezuela.
Sobre Cuba, Coats indicó que el gobierno en la isla “se enfocará en preservar el control mientras administra una recesión”. En 2016 la actividad se contrajo 0,9% arrastrada por la crisis de Venezuela.
Mientras en México, la inteligencia estadounidense anticipa que un incremento de los pedidos ciudadanos hacia el gobierno para actuar contra el crimen y la corrupción, elevará la presión política a medida que se acerca la elección presidencial en 2018.