No pudo ser demostrado por la defensa del nicaragüense condenado a muerte en Texas, Bernardo Aban Tercero que él era menor de 18 años de edad, aunque tampoco pudo demostrar ante la Corte texana que el testimonio brindado por Sylvia Cotera era supuestamente falso.
El pasado 17 de mayo de los corrientes, la Corte de Apelaciones de Texas decidió quitar el efecto de la suspensión de la aplicación de la pena de muerte contra el ciudadano centroamericano, que estaba activo desde el pasado 26 de agosto de 2015.
“Eso significaría que podrían definir una nueva fecha de ejecución”, dijo el director del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Mauro Ampié, aunque Franklin Tercero, hijo del condenado dijo al diario La Prensa que no tienen esa información y esperan ante Dios que su papá sea puesto en libertad.
“Preocupa que la resolución de la Corte haya sido contraria a los planteamientos del nicaragüense, porque podría conducir a que se establezca una nueva fecha para quitarle la vida como sanción por el hecho en el que él se vio involucrado desde el punto de vista del pronunciamiento de la justicia de Estados Unidos”, dijo el representante del Cenidh.
El hijo del sentenciado, Franklin Tercero, quien vive en occidente, envió un llamado al Gobierno a que haga mayores gestiones para salvar la vida de su padre. Según comentó el hijo del detenido, se han mantenido “con la convicción cristiana, orando y ayunando”. “La confianza que tenemos en Dios es que va a darle la libertad a mi papá”.