El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a seis entidades de propiedad china, rusa, una norcoreana y dos con sede en Singapur, por “apoyar programa de armas del régimen de Pyongyang”.
Las sanciones incluyen a una filial con sede en Namibia de una empresa china y una entidad norcoreana que opera en Namibia.
Las sanciones también se dirigieron a seis individuos – cuatro rusos, un chino y un norcoreano. La medida obedece a las duras sanciones de Naciones Unidas acordadas este mes después de que Corea del Norte probara sus primeros dos misiles balísticos intercontinentales en julio.
China reaccionó diciendo que Washington debería “corregir inmediatamente su error” de imponer sanciones unilaterales a las empresas y particulares chinos para evitar dañar la cooperación bilateral.
La embajada rusa por su parte, no respondió inmediatamente con comentarios.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos precisó que las nuevas sanciones se dirigen a los que ayudan a individuos ya designados que apoyan los programas nucleares y de misiles balísticos de Corea del Norte y su comercio de energía. Las sanciones incluyeron tres importadores chinos de carbón.
La nueva medida incluye también a los que ayudan a Corea del Norte a enviar trabajadores al extranjero y permitir que las entidades de Corea del Norte sancionadas tengan acceso al sistema financiero estadounidense e internacional.
“El Tesoro continuará aumentando la presión sobre Corea del Norte apuntando a aquellos que apoyan el avance de los programas nucleares y de misiles balísticos y aislándolos del sistema financiero estadounidense”, dijo el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, en un comunicado.
“Es inaceptable que personas y empresas de China, Rusia y otros países permitan a Corea del Norte generar ingresos para desarrollar armas de destrucción masiva”.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos también está buscando la pérdida de 11 millones de dólares de empresas que supuestamente blanquearon dinero para los bancos norcoreanos. Algunas de la empresas sancionadas son Velmur Management, Transatlantic Partners, Dandong Chengtai Trading Co, también conocida como Dandong Zhicheng Metallic Material.
Se esperaba una nueva ronda de sanciones estadounidenses, pero Washington parecía retrasarlas mientras aseguraban el apoyo de China y Rusia a los pasos más duros de la ONU.
Funcionarios estadounidenses y diplomáticos de Estados Unidos afirman que la amenaza de sanciones secundarias de Estados Unidos contra firmas chinas con vínculos con Corea del Norte, así como la presión comercial, ayudaron a persuadir a China, aliado y principal socio comercial de Corea del Norte.
Los últimos pasos dejaron de centrarse en las instituciones financieras chinas que se ocupan de Corea del Norte, un paso que habría irritado enormemente a Pekín. El Gobierno de Trump aún espera que China presione a Pyongyang.
“Las sanciones se dirigen a una serie de actividades ilícitas de Corea del Norte y el enfoque en facilitadores chinos es otro mensaje para Beijing”, dijo Anthony Ruggiero, miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias y antiguo funcionario del Tesoro de Estados Unidos.
“Sin embargo, faltan elementos, no se hace hincapié en los esfuerzos de los bancos chinos que facilitan estas transacciones, sino que estas redes chinas tienen probablemente otras compañías que operan en nombre de la red y que no fueron sancionadas”, argumentó otro experto en sanciones, Joseph DeThomas, al explicar que la medida estadounidense parece diseñada para poner más fuerza detrás de las sanciones de las Naciones Unidas, centrándose en áreas que cubren, como la mano de obra y las exportaciones de carbón.
“La sanción de tales entidades a posteriori puede causar algunos problemas diplomáticamente, pero ayudará a poner un sano respeto a la resolución de la ONU en juego”, precisó DeThomas.
Richard Nephew, de la Universidad de Columbia, inidicó que parecía que el gobierno estadounidense estaba “explorando cuál es la tolerancia al uso de sanciones secundarias”.
“El hecho de que todavía no han avanzado con ningún gran esfuerzo bancario me sugiere que están bastante nerviosos sobre los riesgos de la explosión y razonablemente,” agregó.