El panorama del narco en México ha cambiado a raíz del secuestro de seis personas en Puerto Vallarta, entre ellas Alfredo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo Guzmán
Tras el secuestro de seis personas en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco, entre ellos el hijo de El Chapo Guzmán, las autoridades mexicanas han responsabilizado al cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo cual exhibe un crecimiento de poder de esa organización.
Jalisco Nueva Generación es el principal enemigo del Cártel de Sinaloa, el cual lideraba El Chapo y que desde hace años está encabezado por Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
La presencia entre los secuestrados de Alfredo Guzmán es una prueba de la guerra que existe entre ambos grupos por el control del tráfico de la droga en México, lo que ha supuesto un repunte de violencia en ciudades donde la ruta del narcotráfico es más importante, como Tijuana, Ciudad Juárez y Colima, informó BBC Mundo.
Desde que fue recapturado El Chapo, muchos de sus familiares y amigos han sufrido asaltos y ataques como represalia por sus actuaciones criminales. abe recordar que a mediados de junio un grupo armado saqueó la casa de su madre en la comunidad de La Tuna, en Badiraguato; después mataron a dos sobrinos de su actual esposa, Emma Coronel, y finalmente secuestraron a su hijo Alfredo Guzmán.
Estos hechos se deben a que muchas organizaciones pretenden arrebatarle su territorio mientras él se encuentra aislado en la cárcel de Ciudad Juárez, desde donde “le han impedido tener el contacto fluido para dirigir el grupo”.
Tras el secuestro del hijo de El Chapo, el escenario presenta dos opciones: o que Alfredo Guzmán no sobreviva al secuestro o que el CJNG lo entregue a cambio de controlar alguna de las rutas del grupo de Sinaloa.
Anteriormente, la organización de Sinaloa obtuvo su control después de derrotar los cárteles de Juárez y de los hermanos Arellano Félix, pero ahora existe una nueva batalla por controlar la zona sumada a varios ataques a personas cercanas a El Chapo Guzmán.
Hasta ahora han caído grandes cabezas del narcotráfico, tales como Servando Gómez ‘La Tuta’, líder de los Caballeros Templarios, Vicente Carrillo Fuentes ‘El Viceroy’, cabeza del Cártel de Juárez, Miguel y Omar Trevillo, líderes de Los Zetas, así como los capos Ignacio Coronel y Arturo Beltrán Leyva.
El mapa de los cárteles mexicanos está cambiando debido a la desmembración de las organizaciones menores, pero la caída de estos líderes ha creado cárteles que no tienen una cabeza principal que los dirija, lo que ha provocado la división de la organización y por lo tanto ha atomizado la lucha contra el crimen organizado.
A pesar del nuevo mapa de control del poder en México por parte de los cárteles, la organización de Sinaloa sigue siendo la principal proveedora de heroína, marihuana y drogas sintéticas al mercado estadounidense y sus ganancias son todavía mayores en el escenario del narcotráfico mexicano.
La captura del jefe narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa, probablemente haya influido en el resurgimiento.
El vacío de poder dejado por Guzmán presagia más muertes.
Después de que el anterior presidente, Felipe Calderón (2006-2012), decidiera sacar al Ejército a las calles para hacer labores policíacas, el reacomodo de los cárteles del narcotráfico han provocado que el número de homicidios aumentara 15% y ascendió a 9.400 en el primer semestre.