Berlín – La reducción del contenido de azúcar, grasas y sal en los productos elaborados para una mejor alimentación será puesta en práctica y vigilada con regularidad a partir de 2019, señala la “Estrategia Nacional de Reducción e Innovación” del Ministerio alemán de Alimentación, documento al que tuvo acceso dpa.
Hasta entonces, las bases del programa serán establecidas según acuerdos concretos con el sector de la producción de alimentos.
El plan prevé un monitoreo y una plataforma de Internet para que la modificación paulatina de las recetas hasta 2025 también sea más transparente para los consumidores.
La estrategia presentada responde a un acuerdo de base firmado a finales de septiembre por la ministra alemana de Alimentación y Agricultura, Julia Klöckner, y varias asociaciones del sector alimentario, en el que la industria del ramo se compromete a reducir paulatinamente el contenido de azúcar, materias grasas y sal.
Los límites establecidos deberán ser alcanzados hasta el año 2025. El plan también prevé reducir el tamaño de las porciones. Las asociaciones de consumidores y la oposición critican este modelo de carácter voluntario porque lo consideran demasiado poco estricto.