Comunitarios de Carazo defendían a 25 africanos que fueron abandonados por un coyote para evitar ser trasladados por la Policía.
Integrantes de los antimotines de la Policía Nacional, realizaron el traslado de 25 migrantes africanos que quedaron varados en la comunidad El Tamarindo, en el departamento de Carazo, después de haber sido abandonados por un coyote, que les “juró” los ayudaría a cruzar y entrar a Honduras.
La noche del domingo fueron llevados por las autoridades a la Dirección General de Migración y Extranjería. Los extranjeros fueron refugiados en una iglesia de ese departamento, y los habitantes lucharon hasta con piedras contra los antimotines para evitar que se los llevaran.
Tras la lucha campal los agentes del orden los ingresaron en un autobús con rumbo a las oficinas de Migración. Afirman testigos que la zona estaba llena de oficiales antimotines, siendo este el primer roce entre habitantes de Nicaragua en defensa de los africanos que no han podido seguir su trayecto a los Estados Unidos, pues Nicaragua no les permite cruzar.
Los testigos aseguran que los vecinos llegaban al lugar donde estaban los migrantes para entregarles botellas de agua y alimentos, hasta que había un grupo de pobladores que exigieron a la Policía no llevárselos.
Sin embargo las autoridades del orden llegaron en cinco patrullas para mover a los africanos en rumbo a la Dirección de Migración y Extranjería, para ser deportados a su nación de origen, El Congo, uno de los países más empobrecidos del mundo.
Policía aclara no quiere confrontarse con ciudadanos
Tras ser esta la primera escena de conflicto directo entre pobladores nicaragüenses contra los agentes del orden debido a la defensa de los africanos, el Comisionado Javier Gutiérrez, segundo jefe de la Policía del departamento de Carazo, aclaró no quieren enfrentarse a los pobladores de El Tamarindo.
Gutiérrez dijo que las intenciones de la institución del orden era “garantizar orden” y brindar “atención” a los 25 africanos, que fueron abandonados en la zona del conflicto entre ciudadanos y antimotines.
Uno de los africanos dijo que el coyote les había cobrado mil dólares para llevarlos a Honduras y seguir su trayecto a los Estados Unidos.