Las autoridades turcas han anunciado este miércoles la incautación de más de 5.500 test falsos para el diagnóstico del nuevo coronavirus durante una operación llevada a cabo en la ciudad de Estambul.
La operación, que ha sido llevada a cabo en el distrito de Sisli, se ha saldado con la detención de dos personas sospechosas de vender estos test en una fábrica textil, según ha informado el diario turco ‘Daily Sabah’.
Las autoridades han prohibido la venta o uso de estos test sin permiso del Ministerio de Sanidad y han recalcado que sólo los profesionales sanitarios pueden llevarlos a cabo en hospitales del país.
El ministro de Sanidad turco, Fahretín Koca, afirmó el martes que la velocidad de propagación del virus en el país está “bajo control”, tras incidir en que el número de casos está en descenso.
Asimismo, Koca elevó a 65.111 el número de casos y a 1.403 los fallecidos, con 107 en las 24 horas anteriores, y agregó que 1.809 pacientes se encuentran ingresados en unidades de cuidados intensivos, tal y como ha informado ‘Hurriyet’.
Por último, el ministro elevó a 443.626 el número de pruebas realizadas a pacientes o casos sospechosos de coronavirus en el país, con más de 33.000 durante el día anterior.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el lunes que este fin de semana habrá confinamiento obligatorio para evitar contagios, esta vez con más previsión después de que el viernes el anuncio con sólo dos horas de anticipación provocara la salida masiva de gente para aprovisionarse.