El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló el mes pasado que “no hay nada controversial en proteger la libertad” así
Los fondos ESG (siglas en inglés que hacen referencia a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo de las compañías) han aumentado sus inversiones en la esfera militar hasta los 5 billones de dólares, informó Bloomberg el viernes citando datos de Morningstar Inc.
Para el fin del tercer trimestre de este año, las 1.238 fundaciones que tienen por objeto el desarrollo sostenible poseían inversiones en el ámbito aeroespacial y de defensa. Según los datos, registraron un aumento en cerca de 25 % en comparación con el resultado del pasado mes de marzo, poco después del estallido del conflicto ucraniano.
Tal aumento se debe a la campaña europea destinada a estimular a los inversores a financiar el sector militar en medio de las crecientes tensiones geopolíticas, reseña la agencia. Sin embargo, los expertos no llegan a un consenso sobre si es apropiado gastar o no esos fondos en la esfera de defensa.
“No hay nada controversial”
Alexander Stafford, presidente del grupo parlamentario multipartidista del Reino Unido sobre ESG, declaró que dadas las últimas tendencias se ha cimentado “el argumento a favor de la inversión relacionada con la defensa”.
Además, en la actualidad la adquisición de activos militares se percibe como una acción ética, por ejemplo, cuando el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló el mes pasado que “no hay nada controversial en proteger la libertad” así.
A su vez, James Alexander, director ejecutivo de la Asociación de Inversión y Finanzas Sostenibles del Reino Unido (UKSIF), expresó que no conoce ninguna legislación que restrinja a los gestores ESG poseer activos de defensa. El principal requisito obliga a los fondos a presentar “informes transparentes y de alta calidad”, señaló.
“No hay ninguna razón en principio por la que invertir en determinadas empresas de defensa no pueda ser coherente con la inversión responsable, siempre y cuando no estén produciendo armas controvertidas o suministrando armas convencionales a países de alto riesgo“, señaló a su vez Legal & General Investment Management, la mayor gestora de fondos británica.
“Como fiduciario, seguiremos atendiendo a las diferentes necesidades y preferencias de los clientes a través de nuestra gama de fondos y soluciones, […] y creemos que los países tienen un derecho inherente a la autodefensa“, indicó.
Posturas en contra
Por otra parte, hay quienes advierten que alarmante número de víctimas registrado en la Franja de Gaza en la última escalada del conflicto palestino-israelí, que supera los 13.000 fallecidos, incluidos mujeres y niños, pone en duda las inversiones en corporaciones militares.
De acuerdo con Sonali Siriwardena, directora global de ESG en el estudio de abogados Simmons & Simmons, es muy difícil determinar si se contribuye a la defensa o a la agresión. “Se trata de cómo garantizar que estas inversiones se utilicen con fines defensivos y no contribuyan indirectamente a una acción ofensiva”, enfatizó.
Asimismo, Sasja Beslik, director de estrategia de inversión en SDG Impact Japan, opina que las compras de acciones de empresas del sector militar por fundaciones con un enfoque social tienen poco que ver con el Objetivo 16 de Desarrollo Sostenible de la ONU de perseguir la paz, la justicia y unas instituciones fuertes.
“No tengo ningún problema con que la gente invierta en empresas o acciones de armamento, pero que no lo haga bajo el paraguas de la ESG o la sostenibilidad, porque no lo es”, afirmó Beslik. “Son productos que matan a la gente”, agregó.
“Al margen, podría seguir estando de acuerdo con la afirmación de que estas no son empresas ESG y me sentiría bastante cómodo poniéndolo en nuestras carteras como línea roja“, comentó por su parte James Penny, director de inversiones de TAM Asset Management, asegurando que la cuestión sigue siendo “muy difícil”.