“Me di cuenta de que estábamos ante un culto pagano hasta ahora desconocido que unía diferentes regiones de Europa central en la Alta Edad Media, antes de la llegada del cristianismo”, comentó Jirí Machacek, coautor del estudio
Una hebilla de cinturón de bronce del siglo VIII, con la inscripción de una serpiente devorando a una rana, que fue desenterrada cerca de la ciudad de Breclav, en el sur de Moravia (República Checa), podría indicar la existencia de un culto pagano desconocido.
El hallazgo de piezas arqueológicas similares y otros artefactos con representaciones idénticas que han sido encontrados en diferentes partes de Europa central, a cientos de kilómetros de distancia, indicaría la existencia de un culto pagano que conectó a varias poblaciones de diversos orígenes durante la Alta Edad Media.
De acuerdo con los arqueólogos, el artefacto de Breclav pertenece a un tipo de cinturón que se producía en Europa central en los siglos VII y VIII d.C. y formaba parte de la vestimenta de los ávaros, un pueblo originalmente nómada que se asentó en la cuenca de los Cárpatos, en lo que hoy es Hungría. Su moda fue adoptada a menudo por los pueblos vecinos, como los eslavos.
“Cuando con la ayuda de detectores de metales se descubrió en un lugar cerca de Breclav, en el sur de Moravia, el cinturón con la temática de una serpiente devorando a una rana, pensamos que se trataba de un hallazgo raro con una decoración única”, afirmó Jirí Machacek, coautor del estudio, publicado en la revista Journal of Archaeological Science.
Posteriormente, el equipo de arqueólogos descubrió que también se habían desenterrado otros objetos casi idénticos en lugares como Alemania, Hungría y Bohemia. Según los investigadores, tales hallazgos de objetos con la misma trama en diferentes partes de Europa indican algún tipo de culto pagano desconocido hoy en día.
“Me di cuenta de que estábamos ante un culto pagano hasta ahora desconocido que unía diferentes regiones de Europa central en la Alta Edad Media, antes de la llegada del cristianismo”, comentó Machacek.
“La temática de una serpiente devorando a su víctima se encuentra en la mitología germánica, ávara y eslava. Es un ideograma importante y universalmente comprendido. Hoy en día solo podemos especular sobre su significado exacto, pero en la Alta Edad Media unía espiritualmente a diferentes pueblos que habitaban Europa central”, precisó el experto.