Cinvestav
Busca que cultivos experimentales de diversas especies marinas se escalen a nivel comercial con valor agregado y cumplan con los estándares sanitarios a nivel nacional e internacional Yucatán ofrece un potencial valioso para el desarrollo de la acuacultura por su clima, calidad del agua marina o dulce y su ubicación geográfica, factores que le proporcionan una importancia fundamental para el desarrollo económico de la región.
El trabajo pesquero y acuícola del estado de Yucatán proporciona empleo de manera directa a cerca de 15 mil familias y de forma indirecta para más de 45 mil; además, a nivel nacional la entidad se encuentra dentro de las 10 con mayor producción pesquera, motivo por el que investigadores del Cinvestav Unidad Mérida participaron en la elaboración de un “Plan Rector para el Desarrollo de la Pesca y la Acuacultura Sostenibles de Yucatán”.
El proyecto de investigación fue coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y financiado por el Gobierno del Estado de Yucatán, con el objetivo de analizar los factores que limitan el pleno desarrollo pesquero y acuícola sustentable de la entidad.
El Plan también contempla la conservación de los recursos naturales asociados a la pesca y acuacultura, con el propósito de mejorar las oportunidades de generación de ingresos para los habitantes y contribuir a la mejora nutricional en zonas rurales e indígenas del estado peninsular, con lo que se abre la posibilidad de aprovechar mejor las condiciones de la región para su proyección nacional e internacional.
El diagnóstico documental y análisis sobre fortalezas, oportunidades, debilidades o amenazas (FODA) de la pesca y la acuacultura del Plan estuvo a cargo de Víctor M. Vidal y Miguel Ángel Olvera, investigadores del Cinvestav Unidad Mérida, además revisaron el tema de la sanidad y bioseguridad.
También, realizaron la estrategia de organización para talleres participativos con los actores sectoriales, representantes de las organizaciones del sector social, empresarial, gubernamental y académico, donde se analizaron seis ejes temáticos: recursos pesqueros, institucionalidad y normatividad; mercado; infraestructura y tecnología; medio ambiente; social y recursos humanos.
Algunas de las conclusiones que plantea el estudio indican que los recursos pesqueros más importantes de Yucatán, como el pulpo, mero y pepino de mar, se encuentran sobreexplotados; el enfoque poblacional en pesquerías no es suficiente para su manejo sustentable, por ello se debe considerar la gobernanza de la pesca, el uso social de los recursos pesqueros, el deterioro ambiental y el cambio climático.
Hacer frente a esos retos implica un ordenamiento estricto, reforzar la vigilancia y coordinación interinstitucional para la aplicación de las leyes; fortalecer el conocimiento sobre especies potenciales de comercializar y generar de valor agregado a los productos; así como, consolidar buenas prácticas sanitarias en los procesos productivos a fin de mejorar la comercialización a nivel nacional e internacional.
La investigación señala que en las dos últimas décadas el sector acuícola en Yucatán sólo el cultivo de peces de ornato, camarón y tilapia han mostrado casos de éxito; y los estudios preliminares de zonificación generados señalan que 50 por ciento del territorio yucateco es apto para el desarrollo de la acuacultura.
La investigación expone que el cultivo experimental de especies como pulpo, caracol, mojarra castarrica, robalo, pargos, tambor rojo, camarón nativo, acociles y pepino de mar, no han sido probadas a escala comercial; por lo tanto, se requieren laboratorios certificados en sanidad y áreas de cuarentena para la recepción segura de especies exóticas e incentivar el consumo local de pescados y mariscos generados en la acuacultura con valor agregado.
El “Plan Rector para el Desarrollo de la Pesca y la Acuacultura Sostenibles de Yucatán” consistió en analizar e integrar conocimientos académicos y de actores sectoriales sobre el tema. El proceso duró un año e incluyó cuatro fases: integración de un grupo de multidisciplinario de expertos; talleres de diagnóstico participativos con los actores sectoriales; desarrollo de líneas estratégicas; y formulación del plan.
En el proyecto participaron cerca de 20 especialistas entre los que destacan Víctor M. Vidal, Miguel Ángel Olvera, Edgar Torres, Iván Velázquez. Eucario Gasca y Roger Domínguez, investigadores del Cinvestav Unidad Mérida, así como científicos de instituciones como la FAO, Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas, Centro de Desarrollo y Pesca Sustentable-México y la Asociación Civil Yaax Beh, entre otras.