Berlín – El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, conocido por su férrea política de austeridad, presentó hoy el borrador del presupuesto para 2018 que incluye un déficit millonario por primera vez en cuatro años.
De esta forma, el Gobierno que resulte elegido en las urnas en Alemania en las próximas elecciones generales en septiembre recibirá como herencia unas cuentas para 2018 que presentan un agujero de casi 5.000 millones de euros (5.311 millones de dólares), según se desprende del borrador que fue aprobado hoy en Consejo de Ministros.
“El Ministerio está en buena posición”, declaró sin embargo Schäuble al presentar ante la prensa los puntos clave del presupuesto del próximo año y del plan financiero hasta 2021.
El político cristianodemócrata, mano derecha de la canciller Angela Merkel durante la gestión de la crisis europea y fiel defensor del equilibrio presupuestario, se mostró convencido de que, pese a un pronóstico desfavorable, Alemania puede encarar el futuro sin incurrir en nuevas deudas. Schäuble entiende que el presupuesto da margen para lograr que los gastos no superen a los ingresos.
Desde el año 2014, Alemania ha logrado el llamado déficit cero, sin asumir nuevas deudas durante cuatro años consecutivo.
Las cuentas del Estado alemán para el próximo año contemplan una reserva de 18.700 millones para la integración y atención de refugiados así como un incremento de gasto en defensa, ayuda humanitaria, seguridad, educación, transporte y política social.
Las cifras muestran que se ha dado prioridad a asuntos clave en el país y que se ha apostado por garantizar el crecimiento sostenible, recalcó el ministro señalando asimismo que el borrador presentado hoy puede ser utilizado como punto de partida por el próximo Gobierno de Alemania.
Los presupuestos bosquejados por el actual Ejecutivo de Angela Merkel no serán votados en el Parlamento, sino que recaerán ya en manos de la Cámara resultante de las elecciones generales convocadas el 24 de septiembre.
“El hecho es que Alemania se encuentra en la senda del crecimiento y lo está a pesar de un entorno desfavorable. El principal impulsor de este crecimiento es la demanda interna”, señaló Schäuble al ser preguntado por las críticas de otros países que acusan a Berlín de invertir poco en infraestructuras y de no fomentar el consumo privado.
El presupuesto de 2018 aumentó su dotación, en comparación con el de este año, en 1.400 millones de euros. De aquí a 2021, el incremento se cifra en unos 8.300 millones de euros.
Además, según se desprende del borrador, las cuentas presentadas por el Ejecutivo de Merkel no cumplen con la exigencia de Alianza del Atlántico Norte (OTAN), que exige que los países miembros incrementen su gasto en defensa hasta alcanzar un dos por ciento de su producto interior bruto (PIB).