La demanda de agua se ha más que duplicado desde 1960, lo que suele achacarse al crecimiento de la población y de industrias como la agricultura de regadío
Veinticinco países que albergan una cuarta parte de la población mundial afrontan cada año un estrés hídrico extremadamente alto, consumiendo regularmente más del 80 % de su suministro de agua, según datos del ‘Aqueduct Water Risk Atlas’ publicados este miércoles por la organización no gubernamental World Resources Institute (WRI).
New data from @WRIAqueduct‘s Water Risk Atlas finds that 25 countries — home to a quarter of the world’s population — are currently exposed to extremely high #WaterStress annually▶️ https://t.co/aCfF0OjS1Z pic.twitter.com/xeZ05GgDlA
— World Resources Inst (@WorldResources) August 16, 2023
El texto explica que el estrés hídrico, que es la relación entre la demanda de agua y la oferta renovable, mide la competencia por los recursos hídricos locales. En este sentido, detalla que cuanto menor es la brecha entre la oferta y la demanda, más vulnerable es un lugar a la escasez de dicho recurso natural.
Asimismo, indica que en todo el mundo la demanda de agua supera a la disponible, al tiempo la demanda se ha más que duplicado desde 1960, lo que suele ser consecuencia del crecimiento de la población y de industrias como la agricultura de regadío, la ganadería, la producción de energía y la industria manufacturera.
Oriente Medio y África del Norte
Las regiones con mayor estrés hídrico son Oriente Medio y África del Norte, mientras que los países más afectados por este problema son Baréin, Chipre, Kuwait, El Líbano y Omán, donde incluso una sequía de corta duración pondría a estos lugares en peligro de quedarse sin agua.
Desde el WRI señalan que al menos el 50 % de la población mundial, esto es, alrededor de 4.000 millones de personas, vive en condiciones de gran escasez de agua durante al menos un mes al año, y alerta que vivir con este nivel de estrés hídrico pone en peligro la vida, el trabajo, así como la seguridad alimentaria y energética de la gente.
“El agua es fundamental para el cultivo y la cría de ganado, la producción de electricidad, el mantenimiento de la salud humana, el fomento de sociedades equitativas y el cumplimiento de los objetivos climáticos mundiales”, continúa.
En este sentido, la ONG advierte de que, sin una mejor gestión de este recurso natural, y a medida que se acentúa el cambio climático, el estrés hídrico seguirá empeorando, sobre todo en lugares donde hay poblaciones y economías en rápido crecimiento.