La canciller del gobierno interino de Bolivia, Karen Longaric, dijo el viernes que se propone “rechazar la injerencia” de Venezuela y “desideologizar” la relación de este país andino-amazónico con otros países, durante una entrevista para la AFP, en La Paz.
“No podíamos quedarnos indiferentes ante la ostensible injerencia de Venezuela. En los últimos días previos a la transición constitucional, se constató que funcionarios diplomáticos de Venezuela estaban seria y activamente involucrados en actos desestabilizadores. Teníamos que actuar”, manifestó.
La derechista Jeanine Áñez asumió el poder el 13 de noviembre, hecho que dio un giro radical en política exterior, pues generó distancia con el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
También se refirió a la situación actual de su país con Argentina, la cual “cada vez se va ir tornado mucho más difícil cuando se ve el cambio de gobierno de (Mauricio) Macri por el gobierno de los señores Fernández”, debido a que “ellos históricamente han sido muy amigos de Evo Morales durante sus 14 años de gobierno”.
Caso contrario a lo que sucede con Brasil, puesto que, según la funcionaria, la idea es estrechar los lazos con este país, “activar la cooperación internacional, también el abrir mercados con Estados Unidos”.
¿Golpe de estado?
La canciller dice que, en calidad de jurista, tiene certeza de que lo ocurrido en Bolivia no fue un golpe de estado “porque hubo una renuncia de Evo Morales, que no estuvo presionada bajo ningún aspecto, no hubo fuerza militar, no hubo cohesión”.
Simplemente, dice ella, Evo Morales “sintió que realmente no debía mantenerse en el poder” porque las manifestaciones le pidieron salir del poder.
“Él sintió que esa fuerza moral pesaba demasiado sobre sí, que lo había aplastado, lo había aniquilado, entonces dijo: ‘me voy’. A esto le precedió que la Policía, la Central Obrera Boliviana y muchos sectores que anteriormente lo respaldaban también empezaron a decir: ‘Evo debe irse'”, manifestó Longaric a AFP.
Y añadió que en Bolivia siguen funcionando los tres poderes del Estado.
Defendió las decisiones que ha tomado el gobierno interino porque están basadas en la Constitución política del Estado: “No vemos por qué razón tendríamos que haber parado el país durante los tres meses que durará la transición hasta la entrega de gobierno a otros”.
“Estamos haciendo lo correcto, lo justo”, agregó.
Aunque ella ha manifestado que “México ha violentado la esencia del asilo” por mantener asilados en su embajada en Bolivia a altos exfuncionarios acusados de delitos de sedición y terrorismo, afirmó que no cree que se llegue al extremo de romper relaciones con ese país.