El norte de Brasil está experimentando un repentino influjo de gente de Venezuela, una nación vecina que vive una turbulencia política y económica, dijo ayer lunes el alcalde de la ciudad norteña de Manaos, Arthur Neto.
Neto emitió un decreto de emergencia que permite el gasto de fondos de emergencias.
Cientos de miembros del grupo indígena venezolano warao establecieron campamentos en la ciudad amazónica de dos millones de habitantes, dijo Neto.
Funcionarios del ayuntamiento dijeron que los venezolanos llegaron en busca de trabajo, ya que en Venezuela hay escasez de alimentos y otros artículos de primera necesidad, así como manifestaciones políticas.
Neto señaló que Manaos está ofreciendo llevar en autobús a los venezolanos de regreso a su lugar de origen, que está aproximadamente 700 kilómetros (430 millas) al norte.