Algunos funcionarios estadounidenses opinan que China es “la clave” para prevenir “lo que podría ser un evento catastrófico”
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y altos funcionarios estadounidenses han declarado el domingo que Washington consideraría cualquier tipo de palanca, sea diplomática, económica o militar, para frenar las ambiciones nucleares de Corea del Norte, un día después del lanzamiento de prueba fallido de un misil por parte de Pionyang.
Esperanzas chinas
El mandatario y su consejero de seguridad nacional, Herbert McMaster, han afirmado que primero esperaban que China afectara a su vecino, que depende de Pekín para sostener su comercio y finanzas. Trump hasta ha admitido que retrocedió en una de sus promesas de campaña de denunciar inmediatamente a China como manipulador de divisas, con el fin de motivar al país a presionar a Corea del Norte.
McMaster también saludó la nueva relación del presidente con su homólogo chino, Xi Jinping, a quien hospedó en Florida a principios de este mes. “El consenso con el presidente, nuestros aliados clave en la región, Japón y Corea del Sur en particular, pero también con los dirigentes chinos, se debe a que este problema está llegando a un punto crítico”, dijo McMaster en el programa ‘This Week’ de la cadena ABC.
“Es hora de que emprendamos todas las acciones que podamos, a falta de una opción militar, para tratar de resolver esto pacíficamente”, añadió.
Presión económica
McMaster sostuvo la esperanza de que Pekín pudiera ejercer presión económica sobre Pionyang, teniendo en cuenta los lazos profundos y la complicada historia entre China y Corea del Norte.
Otros políticos estadounidenses, por su parte, también han destacado la importancia de la cooperación con Pekín para la reducción de la tensión en la región. Así, el senador por Arizona, John McCain, dijo a NBC que China era “la clave” para prevenir “lo que podría ser un evento catastrófico”.
Mientras tanto, el demócrata Bernie Sanders y el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Ed Royce, han ofrecido un camino alternativo, instando al presidente a imponer sanciones a 10 bancos chinos, para ahogar la financiación del programa de misiles de Corea del Norte. “Estamos buscando cerrar cada centavo de dinero que entra allí”, dijo Royce.
Las relaciones entre China y Corea del Norte se han deteriorado últimamente, ya que los diplomáticos chinos se estaban frustrando cada vez más con la administración de Kim Jong-un, y en febrero Pekín prohibió las importaciones de carbón norcoreano, una importante fuente de ingresos para Pionyang. En enero, China dijo que cumpliría con las nuevas sanciones de la ONU. Aun así, el comercio entre las naciones ha aumentado desde el año pasado: Corea del Norte realiza el 80-90% de su comercio con China.