Funcionarios de la Organización Mundial de la Salud en Egipto dijeron que estaban trabajando para prevenir la propagación del nuevo virus que ha causado más de 300 muertes en China, con casos reportados en varios otros países.
La sede regional de la OMS celebró una conferencia de prensa en El Cairo el domingo sobre los acontecimientos relacionados con los casos del nuevo coronavirus en el Medio Oriente.
El Director Regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al-Mandhari, declaró que había seis casos confirmados del virus en la región, incluidos cuatro de la misma familia en los Emiratos Árabes Unidos.
Pero los funcionarios emiratíes más tarde declararon que era incorrecto y que había cinco casos del virus en los EAU.
Ningún otro país del Medio Oriente ha reportado un caso hasta ahora.
La discrepancia en los números proporcionados por los EAU y la OMS no pudo explicarse de inmediato.
Al-Mandhari también dijo que había 11.953 casos confirmados del virus, principalmente en China.
Sin embargo, China confirmó el domingo que había 14.380 casos en el continente chino.
El líder del equipo de la Unidad de Gestión de Riesgos Infecciosos (IHM), Abdi Nasir Boubakr, dijo que están ayudando a los países de la región a garantizar que los estudiantes que regresan de China “no propaguen la infección”.
“Como saben, hay una serie de casos en la región, que están trayendo a sus estudiantes al país. Egipto es uno de ellos, Sudán, Marruecos, Túnez. Los estamos ayudando y estamos trabajando con ellos solo para asegurar que los estudiantes que vienen son saludables y no se diseminan, y no transmiten la infección. Y les estamos dando los kits de evaluación para que puedan evaluar si alguno de estos estudiantes es positivo o negativo “.
El nuevo virus es miembro de la familia del coronavirus, primo cercano de los virus SARS y MERS que han causado brotes en el pasado.
El virus ha enfermado a miles, principalmente en China, y causado la muerte a 304.
Se cree que las personas mayores y aquellas con otras afecciones de salud corren un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave por el virus.