El magnate señaló que el primer proyecto “necesita ser una red civil”, mientras que su nuevo programa, Starshield, será controlado por la Fuerza Espacial de EE.UU.
El Departamento de Defensa de EE.UU. otorgó a la empresa aeroespacial SpaceX, de Elon Musk, el primer contrato para su sistema Starshield, la versión militar de la red de satélites Starlink, al servicio de los intereses de la Fuerza Espacial del país, reportó este jueves la agencia Bloomberg.
En una publicación en su cuenta de X, el propio Musk reaccionó a los reportes mediáticos sobre el tema, señalando la diferencia entre los dos proyectos de satélites. “Starlink necesita ser una red civil y no un participante de combate. Starshield será propiedad del Gobierno estadounidense y estará controlada por la Fuerza Espacial del Departamento de Defensa. Este es el orden correcto de las cosas”, precisó.
Por su parte, la portavoz de la Fuerza Espacial, Ann Stefanek, señaló a Bloomberg que el contrato fue concedido a SpaceX el pasado 1 de septiembre por un valor máximo de 70 millones de dólares. Asimismo, señaló que el acuerdo “proporciona a Starshield un servicio integral a través de la constelación Starlink, terminales de usuario, equipos auxiliares, gestión de red y otros servicios relacionados”.
Pese a la concesión del contrato, SpaceX sigue compitiendo con otras 15 compañías para obtener contratos valorados en 900 millones de dólares hasta 2028 bajo el nuevo programa militar denominado ‘Órbita Baja Proliferada’, el mismo que busca usar los servicios de comunicación de satélites que orbitan a una altura de 160 a 1.600 kilómetros de la Tierra.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Musk ha sido objeto de críticas debido a su postura sobre el uso de las terminales de Starlink por el Ejército de Kiev en las acciones combativas. En particular, se le criticó por negarse a ayudar a Ucrania a atacar la Flota rusa del mar Negro en la ciudad de Sebastopol (Crimea), según Walter Isaacson, autor de una biografía del empresario.
Musk, por su parte, explicó su decisión por temor a provocar “una guerra nuclear”. Sin embargo, desarrolló el sistema Starshield, al tiempo que cedió al Ejército estadounidense el control total de “una cierta cantidad de equipos de Starlink”, donde no puede influir sobre el uso del sistema en el contexto de la asistencia militar a Kiev.