Las apuestas en el país asiático han estado prohibidas o estrictamente reguladas desde principios del siglo pasado, siendo operadas por un organismo estatal
Tras acumular varios retrasos debido a la pandemia de covid-19, el Gobierno japonés ha aprobado este viernes un plan para la construcción de su primer casino en Osaka, con la esperanza de crear una nueva fuente de turismo para el país, tanto interior como internacional, informa Nikkei. Su inauguración se planea para 2029.
El complejo, que se ubicará en la isla artificial de Yumeshima, albergará, además del casino, un centro de convenciones, una sala de exposiciones, un hotel y un teatro. Su construcción tendrá un coste de 1,08 billones de yenes (8.100 millones de dólares).
Leer más: ¿Te interesa aprender a jugar al póker? Aquí puedes desarrollar tus habilidades
El casino será operado por la americana MGM Resorts y su socio local Orix Corp. Según sus promotores, se espera que tenga unos ingresos anuales de 520.000 millones de yenes (3.900 millones de dólares), principalmente del negocio de las apuestas, y que atraiga a 14 millones de visitantes nacionales y a 6 millones de turistas internacionales.
“Además de contribuir al desarrollo de la región de Kansai tras la Exposición Mundial de 2025 en Osaka, esperamos que [el casino] se convierta en una base turística que promueva los encantos de Japón en el mundo”, declaró el primer ministro nipón, Fumio Kishida, Por otra parte, enfatizó, la necesidad de que los ministerios tomen medidas contra la adicción al juego, informa Kyodo News.
Las apuestas en Japón han estado prohibidas o estrictamente reguladas desde principios del siglo pasado, siendo operadas por un organismo estatal (como las carreras de caballos). En el pasado, los planes de construcción de casinos en el país habían fracasado, debido a la fuerte oposición pública.
Leer más: Japón contabiliza más de 7.000 nuevas islas en su territorio
En relación a ese proyecto, una encuesta del periódico de negocios Nikkei mostró una fuerte división entre los residentes de Osaka, donde un 45 % de la población está a favor del plan y un 38% en contra.