El cadáver fue encontrado mutilado, con el torso sin órganos, la cabeza sin el rostro y con las huellas dactilares retiradas
La Justicia de Perú ha condenado a 35 años de cárcel a Juan Villafuerte Pinto por el asesinato de la ciudadana mexicana Blanca Arellano Gutiérrez, que tuvo lugar en noviembre del año pasado.
A través de las redes sociales, el Poder Judicial del país andino dio a conocer el veredicto de la audiencia de adelanto de fallo, en la que también se condenó al acusado a pagar una reparación de 50.000 soles (unos 13.500 dólares) a favor de los herederos de su víctima.
#LoÚltimo | Poder Judicial condenó a 35 años de cárcel a Juan Villafuerte Pinto por el feminicidio de la ciudadana mexicana Blanca Arellano Gutiérrez en noviembre del 2022 en la ciudad de Huacho (Huaura). Audiencia aquí: https://t.co/nxEXbghWcX pic.twitter.com/rmfkHFCLXl
— Poder Judicial Perú (@Poder_Judicial_) September 13, 2023
Tras el hallazgo de los restos mortales descuartizados en una playa del norte de Lima, las autoridades ya ordenaron en noviembre prisión preventiva por nueve meses para el acusado.
Asesinato y descuartizamiento
La víctima y el atacante se conocían desde hace unos dos años a través de la plataforma de juegos en línea Fortnite, cuando ella, de 51 años, viajó a Perú el 27 de julio de 2022 para encontrarse con Villafuerte, de 37 años, para lo cual vendió todas sus pertenencias.
Aproximadamente, tres meses después, el 9 de noviembre, unos pescadores encontraron restos humanos mutilados en una playa de Huacho. Ya entonces se sospechó que podían pertenecer a Arellano, después de que su familia denunció su desaparición a principios de mes.
Poco después, los análisis forenses confirmaron su identidad, así como un anillo encontrado en los restos mortales, que pertenecía a la desaparecida.
Más adelante, Villafuerte, que era estudiante de medicina, fue detenido y acusado de los delitos de feminicidio, trata de personas y tráfico de órganos, después de que el torso de la mujer fuera hallado sin vísceras ni órganos. Además, el rostro y la piel de los dedos habían sido retirados para evitar la identificación de la víctima.
Previamente, el sospechoso se había presentado ante la Policía para dar la versión del caso, dando respuestas evasivas. A la familia le dijo que la mujer se había marchado voluntariamente y negó que ambos mantuvieran una relación sentimental.
Antes de arrestarlo, los agentes realizaron un registro en el departamento de Villafuerte, donde además de cabellos y pertenencias de la víctima, encontraron abundantes restos de sangre en el baño, colchón y enseres en el cuarto del sospechoso.
Tras su detención se conoció que el hombre subía videos de órganos humanos a su cuenta de la red social TikTok, que ya no está activa. En ellos se podían ver desde un estómago a un páncreas, pasando por vías biliares, el corte de un cráneo o un cerebro, todos ellos aparentemente humanos.