Los gasoductos fueron atacados en la madrugada del miércoles
Israel fue responsable de los ataques encubiertos de esta semana contra dos importantes gasoductos de gas natural en las provincias iraníes de Fars y Chahar Mahal y Bajtiarí, reporta The New York Times citando a dos funcionarios occidentales y un estratega militar afiliado a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
Tras los ataques perpetrados en la madrugada del miércoles, Teherán no llegó a acusar públicamente a Tel Aviv de lo sucedido, pero los calificó de sabotaje y ataques terroristas destinados a dañar la infraestructura energética del país persa y provocar el descontento entre su población.
Los ataques interrumpieron el suministro de calefacción y gas de cocina en al menos cinco provincias, afectando a las viviendas de los residentes locales, edificios gubernamentales y fábricas importantes, marcando, según las fuentes del periódico, una nueva escalada en la guerra tácita.
Los funcionarios occidentales y el estratega militar iraní afirmaron que para perpetrar aquellos ataques era preciso conocer en profundidad la infraestructura iraní y actuar de forma coordinada cuidadosamente. Los dos gasoductos fueron atacados en varios lugares al mismo tiempo.
Un funcionario occidental lo calificó de un importante ataque simbólico, cuyas consecuencias fueron bastante fáciles de reparar para Irán y que causó relativamente poco daño a la población civil, pero que dejó una clara advertencia de que Israel es capaz de infligir daño a sus adversarios.
Asimismo, las fuentes occidentales afirmaron que Tel Aviv también provocó una explosión el jueves en una planta química en las afueras de Teherán. Sin embargo, los funcionarios locales afirmaron que la explosión se debió a un accidente en un depósito de combustible.