El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeis Ra’ad Al Hussein, hizo un llamado al gobierno de Nicolás Maduro a respetar “el derecho a la manifestación pacífica y a la libertad de opinión”, al tiempo que reconoció al líder opositor Henrique Capriles como un funcionario “democráticamente elegido”.
“Estamos preocupados por los informes sobre (actos de) violencia durante las protestas. Hacemos un llamamiento al Gobierno de Venezuela para que se asegure que sean respetados el derecho a la manifestación pacífica y a la libertad de opinión”, dijo Elizabeth Throssell, portavoz del alto comisionado, en un comunicado.
Miles de simpatizantes de la oposición venezolana volvieron el lunes a las calles del país petrolero para protestar contra el presidente Maduro, al que acusan de haber desvirtuado su gobierno convirtiéndolo en una dictadura.
Como en protestas previas, efectivos de las fuerzas de seguridad impidieron el paso de los manifestantes hacia el centro de Caracas con piquetes y gases lacrimógenos, generando enfrentamientos con jóvenes encapuchados que lanzaron piedras y palos.
Pero esta vez, según testigos, la policía lanzó bombas lacrimógenas desde helicópteros para dispersar a la multitud, que prendió fuego a neumáticos y realizó algunos actos vandálicos. Incluso, los gases llegaron hasta una clínica de Caracas, donde un bebé tuvo que ser evacuado por asfixia.
Throssell advirtió que las fuerzas de seguridad venezolanas están obligadas a actuar “en concordancia con los estándares internacionales sobre derechos humanos” en sus acciones para “gestionar” las manifestaciones.
Asimismo, Throssell pidió a los manifestantes que “usen medios pacíficos para hacer oír sus voces”, y pidió a todos los implicados que renuncien a la violencia.
Ramón Muchacho, alcalde del municipio capitalino de Chacao, donde se produjeron el grueso de los choques, contabilizó 12 heridos, entre ellos un periodista con la pierna fracturada tras el impacto de una bomba lacrimógena.
“Lo que vimos todos los venezolanos y el mundo fue el peor rostro de la represión”, dijo el diputado opositor José Manuel Olivares en rueda de prensa. “Vimos cómo se atrevieron a atacar centros de salud. Ni en las guerras se atacan los hospitales y los centros de salud”.
El ministro del Interior y Justicia, Néstor Reverol, dijo más tarde que 18 personas habían sido detenidas por hechos de violencia. Testigos de Reuters vieron cómo efectivos de la policía, con el rostro cubierto, se llevaron a algunos de ellos mientras no hacían más que conversar en una esquina.
“Estos sectores extremistas promueven hechos de violencia en los días en que nuestro pueblo celebra el asueto de semana santa, asumiendo así el papel de anticristo”, dijo.
La portavoz del Alto Comisionado también se refirió a la inhabilitación del líder opositor Henrique Capriles quuien ha quedado prohibido de ejercer cualquier cargo público durante 15 años y recordó que éste ha sido “democráticamente elegido” durante más de dos décadas.