TOKIO – La población de Japón, excluyendo los residentes extranjeros, cayó al comienzo de este año a su ritmo más rápido desde que comenzaron a compilarse cifras comparables en 1968, poniendo de manifiesto el reto demográfico al crecimiento económico.
Al 1 de enero, el número de japoneses cayó en una cifra récord de 308.084 personas frente al año previo, hasta los 125.583.658, el octavo año seguido de declives, indicaron datos gubernamentales publicados el miércoles.
El número de nacimientos descendió un 2,9 por ciento en comparación con un año atrás, hasta los 981.202, el nivel más bajo desde que estuvieron disponibles datos comparables en 1974.
La gente con 65 años o más significa el 27,2 por ciento de la población total, el ratio más alto jamás registrado, mientras que el de personas con 14 años o menos descendió a un récord mínimo del 12,7 por ciento, señaló el reporte.
La cantidad de residentes extranjeros registrados se incrementó hasta los 2.323.428, un alza del 6,9 por ciento frente al año anterior, según los datos.
Japón se ha resistido durante años a abrirse a la inmigración. Muchos nipones se vanaglorian de su homogeneidad cultural y étnica, incluso aunque la población envejece y mengua la fuerza laboral.
No obstante, el Gobierno ha estado aumentando recientemente sus esfuerzos para atraer a estudiantes y trabajadores especializados de fuera de sus fronteras.
La población total, que combina tanto a los japoneses como a los residentes foráneos, cayó un 0,1 por ciento frente al año previo, hasta los 127.907.086, según el informe.