Los investigadores consideran que la práctica se realizaba independientemente del género y estatus social
En el antiguo pueblo Hirota, que vivió entre los siglos III y VII en el sur de Japón, deformaban deliberadamente el cráneo de sus habitantes, según un estudio publicado en la revista PLOS One y realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Kyushu (Japón) y la Universidad de Montana (EE.UU.).
Las excavaciones realizadas en el yacimiento de Hirota, un sitio de entierro descubierto en 1955 en la isla japonesa de Tanegashima, prefectura de Kagoshima, revelaron una gran cantidad de restos humanos bien conservados con cráneos deformados. Además, se determinó que el 90 % de los esqueletos encontrados en el lugar estaban acompañados de muchos accesorios, incluyendo colgantes, pulseras y collares de conchas.
Los análisis de los restos evidenciaron que los cráneos “tienen una tendencia significativa a la braquicefalia“, es decir, relativamente corta y ancha con un forma casi redonda. “Los cráneos del sitio de Hirota muestran un aplanamiento y una deformidad occipital cuadrada en la parte posterior de la bóveda, como si hubieran sido deformados por un objeto plano como una tabla o un vendaje”.
Los investigadores compararon las imágenes 2D y 3D de los cráneos del pueblo Hirota con los de otros grupos japoneses, y descubrieron que los primeros eran morfológicamente distintos.
¿Por qué deformaban el cráneo?
Los investigadores sugieren que el pueblo Hirota tenía redes comerciales complejas en torno a las conchas, ya que algunos de los collares encontrados en el yacimiento no son característicos de la región. “Por lo tanto, se asumió que el pueblo Hirota comerciaba con estas conchas desde el sur de Amami-Oshima e incluso desde el sur de las islas Ryukyu. Además, los diseños grabados en los colgantes que se encuentran en las tumbas de Hirota son, sorprendentemente, similares en estilo a los que se encuentran en China continental”, señala el estudio.
“Es posible que se realizaran deformaciones craneales para crear una identidad grupal y facilitar el comercio de estos productos de concha”, agrega.
Además, los científicos no encontraron diferencias significativas entre las formas de la cabeza de las mujeres y los hombres, lo que sugiere que la práctica se realizaba independientemente del género y estatus social.
Según los investigadores, los habitantes del pueblo “preservaron su identidad grupal alterando sus cráneos para un mejor comercio de mariscos, que terminaron decorando lujosamente sus cuerpos después de la muerte”. No obstante, aún se desconocen los motivos exactos de la modificación del cráneo.