Según Bild, “solo se cumplirán automáticamente los gastos obligatorios del Estado, desde salarios y pensiones hasta prestaciones ciudadanas”
El plan del canciller de Alemania, Olaf Scholz, de aprobar el presupuesto de 2024 antes del 25 de diciembre ha fracasado, reportó este jueves Bild en medio de la crisis fiscal que atraviesa la nación europea.
Aunque estaba previsto aprobar el próximo presupuesto federal antes de Navidad, las negociaciones entre Scholz, el vicecanciller Robert Habeck y el ministro de Finanzas, Christian Lindner, “llegaron a un punto muerto”, señala el tabloide alemán, agregando que los tres funcionarios reanudarán el viernes las conversaciones al respecto.
Según el medio, “el Gobierno comienza el nuevo año sin un presupuesto válido“y “solo se cumplirán automáticamente los gastos obligatorios del Estado, desde salarios y pensiones hasta prestaciones ciudadanas”. Todas las demás solicitudes de gasto decidirá el Ministerio de Finanzas.
A finales de noviembre, el canciller alemán preparó a los ciudadanos para tiempos difíciles que se avecinan, indicó un paquete de austeridad y anunció el fin de las limitaciones al precio de la energía, que inicialmente iban a durar hasta marzo de 2024.
Sus declaraciones llegaron luego de que el Ministerio de Finanzas alemán congelara todas las nuevas autorizaciones de gasto para este año en respuesta a la decisión del Tribunal Constitucional de declarar como inconstitucional las iniciativas de redireccionar dinero de fondos no utilizados. El Gobierno planeaba traspasar 60.000 millones de euros (alrededor de 65.500 millones de dólares), originalmente destinados a paliar los efectos de la pandemia de covid-19, a programas ecológicos y energéticos. Ahora, las autoridades tendrán que obtener esos fondos de otras fuentes para financiar los proyectos ya acordados.
Ante tal situación, un artículo de análisis publicado el mes pasado por The Wall Street Journal señala que Alemania debe tomar una decisión sobre su rumbo político en el futuro próximo: seguir prestando ayuda financiera y militar a Ucrania en su conflicto con Rusia o invertir más en la economía nacional para combatir la creciente inflación y los elevados precios de la energía.