La extraña condición es un efecto secundario de la cirugía a la que se sometió el individuo para tratar su epilepsia
Seis años atrás, al estadounidense Jody Smith, quien hoy tiene 32, le diagnosticaron epilepsia. Las consultas las hizo tras sufrir ataques de pánico varias veces al día, por lo que los médicos primero intentaron tratarlo con medicación, pero al no obtener el resultado esperado, la última esperanza era operarlo y extirparle parte del cerebro. Poco después de la intervención, comenzó a tener un efecto secundario: perdió la capacidad de sentir temor, le contó a Vice.
El primer paso para llegar a la cirugía, realizada hace cuatro años, fue implantarle sondas para determinar de qué zona provenían las convulsiones, que fueron provocadas de manera intencional por el hombre escuchando música a alto volumen y evitando dormir. Incluso le recomendaron beber cerveza para acelerar el proceso.
Tras una semana, el lugar fue localizado: la mitad frontal del lóbulo temporal derecho, la amígdala derecha y el hipocampo del mismo sector. La amígdala fue finalmente extraída, tras lo cual Smith notó las primeras consecuencias, como problemas de memoria y de concentración. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue que ya no sentía miedo.
“Cuando digo que ya no siento ‘temor’ estoy usando la palabra para describir un sentimiento muy único”, manifestó. “Estoy hablando del miedo que sentirías cuando enfrentas la muerte o lesiones serias. Ese es el miedo que fue removido”, siguió, antes de explicar que su sistema “reptiliano de evitación de daños”, es decir, la parte más instintiva, se transformó en una “versión más lógica”.
Como ejemplo de esta nueva realidad recordó dos situaciones. Una de ellas ocurrió mientras caminaba por Newark, Nueva York, y se encontró con un grupo de supuestos delincuentes. En lugar de intentar evitarlos, siguió caminando tranquilamente y consiguió alejarse de ellos sin que lo asaltaran. En otro incidente, fue mordido por una araña. “Yo estaba como ‘oh wow, me mordió y eso duele. Me pregunto qué debo hacer ahora'”, relató. Otro temor que dejó de sentir fue el de estar parado cerca de acantilados escarpados.
Análisis racional
Debido a su nueva condición, explicó que puede analizar situaciones con calma y racionalidad en lugar de sentirse abrumado por las emociones. Cuando habló con su neurocirujano sobre por qué ya no le tenía tanto miedo a la muerte, este le contestó: “Sí, tiene sentido. Saqué tu amígdala derecha”.
Según los especialistas, este efecto secundario fue inesperado, aunque no del todo sorprendente. El doctor Sanne van Rooij, profesor asistente in psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad Emory de Atlanta, Georgia, explicó que la condición de Smith es similar a la de otros casos en los que se realizaron procedimientos similares.