El gobernador del estado apeló inmediatamente el fallo, afirmando que “está preparado para llevar esta lucha hasta el Tribunal Supremo de EE.UU”
Un juez federal de EE.UU. dictaminó este miércoles que el estado de Texas deberá remover las barreras flotantes instaladas recientemente en el río Grande (río Bravo, en México) para disuadir a los migrantes de cruzar la frontera.
“Desgraciadamente para Texas, un permiso es exactamente lo que exige la ley federal antes de instalar obstrucciones en las aguas navegables del país”, escribió el juez federal de distrito David Ezra en una orden judicial preliminar.
El Departamento de Justicia presentó una demanda civil en julio, argumentando que la barrera flotante viola la Ley de Ríos y Puertos, que prohíbe crear sin la debida autorización cualquier obstrucción en la capacidad navegable de las aguas del país. Asimismo, afirmó que la barrera flotante “plantea riesgos para la salud y la seguridad pública” al impedir los desplazamientos a través de ella, perjudicando las relaciones entre EE.UU. y México.
Texas seguirá instalando barreras
La oficina del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, apeló inmediatamente el fallo de Ezra, afirmando que el estado “está preparado para llevar esta lucha hasta el Tribunal Supremo de EE.UU.”.
“La decisión judicial de hoy simplemente prolonga la obstinada negativa del presidente [Joe] Biden a reconocer que Texas está dando un paso al frente para hacer el trabajo que debería él haber estado haciendo todo el tiempo”, dijo la oficina del gobernador en un comunicado.
“Seguiremos utilizando todas las estrategias para asegurar la frontera, incluido el despliegue de soldados de la Guardia Nacional de Texas y de tropas del Departamento de Seguridad Pública, así como la instalación de barreras estratégicas”, añadió.