El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, desvinculó ayer domingo al gobierno de Donald Trump de las sanciones que el Departamento del Tesoro estadounidense le impuso por presuntos nexos con el narcotráfico.
El Aissami calificó las penas como “un coletazo” de la gestión del expresidente estadounidense Barack Obama, con apoyo de la oposición venezolana y grupos de presión estadounidense.
“Venimos de una inercia imperialista de dos administraciones que han sido enemigas manifiestas de Venezuela y han hecho todo lo necesario para derrocar a la revolución bolivariana”, dijo el funcionario a la televisora privada Televén, en referencia a los gobiernos de Obama y su antecesor, George W. Bush.
“Es parte del coletazo Obama”, agregó El Aissami, incluido el pasado 13 de febrero por Washington en su lista de personas y organizaciones ligadas al narcotráfico por estar supuestamente involucrado en el envío de droga a México y Estados Unidos cuando fue ministro de Interior (2008-2012) y gobernador del estado Aragua (2012-2017).
El Tesoro congeló los bienes que pueda tener en Estados Unidos y prohibió a ciudadanos y empresas de ese país hacer negocios con él.
“Es una medida arbitraria, ilegal, extraterritorial, que viola todo tipo de derechos (…) Yo nunca he tenido visa, nunca he ido a Estados Unidos, ni tengo cuentas en Estados Unidos ni en ningún otro lado del mundo, ni propiedades”, reiteró El Aissami, quien ya había negado las acusaciones el miércoles en una carta a página completa publicada en el New York Times.
Caracas ha evitado chocar directamente con Trump desde que tomó posesión, en enero.
“Se están pagando millonarias sumas de dólares en pasillos y oficinas de la Casa Blanca y del Departamento del Tesoro para enredarlo a usted (…) Abra los ojos”, dijo el presidente venezolano Nicolás Maduro, dirigiéndose a Trump, tras la sanción contra El Aissami.
Pero el viernes, tras una reunión en Washington con su par peruano, Pedro Pablo Kuczynski, el presidente estadounidense declaró: “Tenemos un problema con Venezuela”.
Trump había pedido en días previos la liberación del opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado por “incitación a la violencia”, tras recibir a su esposa, Lilian Tintori.