Luis Almagro de la OEA ha sido fuertemente criticado por la oposición de Nicaragua.
Sorprendido asegura sentirse el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Nicaragua representado por Daniel Ortega Saavedra y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro.
“Después de la visita (de Almagro) y con lo que resultó, yo francamente me quedé sorprendido, porque cuando yo al señor Almagro le presenté el documento del 21 de mayo de 2014, el que los obispos presentamos al titular del Ejecutivo en aquella ocasión; y yo se lo expliqué en síntesis, sobre todo el capítulo de la institucionalidad, el señor Almagro me dijo en la cara: ‘Aquí está todo, prácticamente con este documento casi me ahorran hacer el informe de mi visita’. Eso fue lo que personalmente nos dijo. Ahora, lo que ha salido fue otra cosa, un camino distinto, esperemos que una cosa no se oponga a la otra”, dijo el monseñor.
Báez sostuvo un encuentro con Almagro el 2 de diciembre del año pasado 2016, junto con otros representantes de la Iglesia Católica nicaragüense.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) han manifestdo su preocupación a las quejas sociales, políticas y económicas de esta nación centroamericana. El documento fue entregado al gobernante Ortega meses atrás.
En esa carta pastoral, entregada a Ortega hace más de dos años, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) exponen su preocupación por los problemas sociales, políticos y económicos del país, e incluso, la violencia política, el autoritarismo y la concentración de poder. Ortega nunca se ha pronunciado sobre los temas abordados en la carta.
“Yo quiero seguir confiando en su buena voluntad, pero estoy convencido de que no será él, ni nadie de fuera quien venga, ni que tenga que venir a solucionar nuestros problemas. Tendrá que ser la sociedad nicaragüense que encuentre caminos de solución”, dijo el líder religioso Báez.
La OEA dio al gobierno de Ortega 3 años para mejorar la institucionalidad en el país, además de aceptar ser “acompañante” y no “observador” en el proceso electoral del mes de noviembre, cuando se realicen las elecciones municipales.