Un estudio realizado recientemente y conocido como “Incidencia del gasto público en la pobreza y la Desigualdad”, presentado por Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) detalla que “si se mide la totalidad del gasto del gobierno” en comparación con el sector salud y la educación, ambos rubros demuestran que es elevado, aproximadamente el 60% de todo el presupuesto.
Los datos estadísticos indican que el promedio de gasto por persona en salud y educación es de US$130 en Nicaragua, en comparación con Costa Rica que es de US$1,200.
El director ejecutivo de FUNIDES, Juan Sebastián Chamorro, manifestó que a pesar de que el país destine el 60% del presupuesto general de la nación en los ministerios de Salud y Educación, todavía no alcanza a cubrir los gastos totales.
El experto aconseja que para resolver este problema es posible “redirigir el gasto hacia los que más lo necesitan”.
Además aseguró que el Estado cumple un papel fundamental para repartir los recursos y fortalecer una sociedad más equilibrada, al valorar positivamente que el 60 por ciento del gasto público esté dirigido a la salud y educación.
Chamorro expresó que los programas sociales poseen un impacto, muy importante y las intervenciones públicas son más efectivas en la disminución de la pobreza.
Una de las recomendaciones emitidas en su análisis, Funides propuso constituir un registro de beneficiarios para aumentar la validez de la política fiscal, juntamente para descentralizar los subsidios como el de la electricidad, en las personas a las que verdaderamente están necesitadas.
Las recomendaciones realizadas sería eliminar la pobreza debido a que pasa por conservar el sostenido crecimiento económico de los últimos años, incrementando y diversificando la productividad mediante la innovación tecnológica.