Ante la alta demanda de insumos médicos en el mundo, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, anunció que su país tomó la decisión de desarrollar por cuenta propia las pruebas de detención del nuevo coronavirus
De acuerdo con un comunicado de prensa del Gobierno, un estudio realizado en suelo costarricense busca la adaptación de protocolos para sustituir partes o etapas de pruebas comerciales usadas en la actualidad en los laboratorios oficiales, por otros que cumplan la misma función, pero empleando insumos y reactivos de menor demanda, y desempeño validados con muestras clínicas.
Según lo destacó el presidente Alvarado en la conferencia de prensa de este 23 de abril, esto permitirá tener a disposición pruebas propias elaboradas en el país.
“En términos generales, la detección del virus por medio de RT-PCR consiste en tres pasos que son: la extracción de material genético viral, retrotranscripción y detección. Técnicamente es posible sustituir componentes, reactivos o tecnologías para esos pasos, por otros que tienen una menor presión de demanda en el mercado mundial y presumiblemente de más fácil acceso”, explicó el director del Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot), Randall Loaiza.
El experto agregó que el gran reto está en lograr que la sensibilidad y especificidad clínica de un protocolo alternativo, sea comparable con la de las pruebas comerciales.
“Hemos conformado un equipo de trabajo y una red de apoyo logístico grande que nos permitirá acelerar el proceso de prototipado y prueba para poner los resultados al servicio de las autoridades competentes lo antes posible”, indicó Loaiza.
En cuatro semanas se espera tener los primeros resultados y se busca la integración de nuevos socios estratégicos para la fase de validación con muestras de pacientes, lo cual tomaría dos semanas adicionales.
“El análisis de diagnóstico molecular es como una receta con pasos. Como analogía, si estuviéramos cocinando una sopa, los kits comerciales que utilizamos actualmente son como las sopas instantáneas, no sabemos su composición. La versión del protocolo alternativo es hacer la sopa de cero: agua, verduras, sal, carne, condimento, nuestra propia receta que nos permitirá aumentar la cobertura del tamizaje y diagnóstico en escenarios extremos, por lo que agradezco enormemente el trabajo proactivo y valioso de este grupo de científicos costarricenses” manifestó Daniel Salas, Ministro de Salud.
Esta propuesta es complementaria y alineada a los esfuerzos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud por aumentar las capacidades, equipos e instalaciones para realizar el diagnóstico. Aunque se han propuesto otras tecnologías, incluyendo pruebas rápidas para detectar anticuerpos, hoy en día estas no garantizan la sensibilidad ofrecida por el estándar de diagnóstico vía RT-PCR.
“El mundo está expuesto a una amenaza común que se cierne con gran fuerza sobre las poblaciones y países más vulnerables. Existe el riesgo de retroceder hasta dos décadas de desarrollo; esto nos exige brindar una rápida respuesta para atender esta emergencia sanitaria y socioeconómica”, señaló José Vicente Troya Rodríguez, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Para la primera fase de este proyecto el PNUD aporta 37.500 dólares y 170.000 dólares son aportados como contrapartida en especie por CENIBiot.
“Costa Rica tiene talento humano y con grandes capacidades, si trabajamos conjuntamente tendremos más y mejores opciones para superar esta pandemia, no sólo en lo sanitario, sino en el desarrollo científico, social y económico. Con solidaridad y unión podemos transformar esta crisis en una oportunidad”, sentenció el presidente quien anunció que la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica está en la capacidad de producir hisopos que se usarán estas pruebas.
El anuncio se da cuando el país centroamericano suma 687 contagiados con COVID-19, 216 personas recuperadas y 6 fallecidos por este virus.