El veterano magistrado penalista, Fernando Cruz Castro, de 69 años, fue la semana pasada presidente de la Corte Suprema de Justicia sumida en su peor momento por escándalos e investigaciones que sacuden a la cúpula judicial.
Cruz fue designado en una ajustada elección con 13 votos a favor.
“Encuentren en mí siempre una persona abierta a cualquier observación o crítica. El poder siempre es transitorio”, admitió este magistrado con una trayectoria de 46 años en el Poder Judicial.
Asume el cargo en el momento más convulso de la reciente historia del aparato judicial plagado de cuestionamientos que incluso alcanzaron a magistrados.
Tratar de recuperar la deteriorada imagen pública de dicho poder será uno de los mayores desafíos de Cruz, tras nueve meses de turbulencia por el criticado régimen de pensiones del aparato judicial y las abruptas salidas del magistrado Celso Gamboa y del Fiscal General, Jorge Chavarría, como coletazos del denominado escándalo del cementazo que se propagó a distintas instancias públicas.
“Me corresponde una responsabilidad grande en un momento complicado para el Poder Judicial, pero estimo que hay mucho recurso humano y mucha tradición histórica para que el Poder Judicial corrija y rectifique”, dijo ante la prensa tras ser electo.
“Algunas medidas pueden variar el tema de la credibilidad, que se recobra lentamente, pero depende de las decisiones que se vayan tomando. No es algo como mágico, que por tomar algunas medidas eso se recobra. Hay que hacerlo conforme vayan pasando las semanas, ir demostrando moderación y prudencia”, afirmó.
“Ojalá nuevos hechos confirmen lo bueno que muchos dicen sobre el presidente de la Corte, Fernando Cruz. Los que yo recuerdo me lo presentan como dogmático e intransigente”, reaccionó, tras su nombramiento, el periodista y analista Eduardo Ulibarri.
Fuente: PuroPeriodismo.com