El descubrimiento confirma que estas aves formaban parte de los paisajes lacustres del Pleistoceno en la zona que hoy se corresponde con México
Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México han descubierto un huevo fosilizado de flamenco de entre 8.000 y 12.000 años de antigüedad en el municipio de Santa Lucía, en la Ciudad de México, en un sitio donde se construye un nuevo aeropuerto internacional.
El comunicado destaca que el fósil hallado, que se encuentra en un “excepcional estado de conservación” es “el primero de esta familia biológica que se localiza en América y el segundo hallazgo a nivel mundial”.
“El huevo fósil mide 93,4 milímetros de largo y tiene un ancho de 55,7 milímetros; tiene forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara”, señala el texto, que precisa que el huevo fue hallado a una profundidad de 31 centímetros en una capa de tierra arcillosa.
Por primera vez en América, científicos mexicanos registran un huevo fósil de flamenco del Pleistoceno
🔸 Es el segundo fósil de esta familia de aves que se localiza en el mundo.
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— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) August 3, 2023
Según los científicos, “la presencia de flamencos fósiles en paleolagos continentales de América del Norte parece notable cuando la especie reciente, el flamenco americano, se distribuye por América del Sur, el Caribe y la península de Yucatán, mientras que en Estados Unidos se halla en Florida y la costa norte del Golfo de México”.
La profundidad a la que fue hallado confirma que el área fue ocupado por un lago poco profundo y de alta salinidad hace entre 8.000 y 33.000 años, es decir, en la época geológica del Pleistoceno, que se extendió entre hace 2,6 millones de años y 11.700 años, y cuyo período más reciente fue la Edad de Hielo.
El descubrimiento del huevo fósil implica que los flamencos alguna vez poblaron el centro de México y que su hábitat, los lagos lacustres, han sufrido cambios significativos posiblemente por influencias ambientales provocadas por la glaciación y la actividad volcánica, señala el INAH.