El silbato de la muerte imita los gritos desgarradores de una persona y puede alcanzar hasta los 1.000 hercios
El experto James Orgill, creador del canal de YouTube, Action Lab, que se dedica a realizar experimentos científicos, ha recreado con ayuda de una impresora 3D versiones modernas del silbato de la muerte azteca, que imita la laringe humana y genera sonidos que se asemejan con gran precisión a los gritos humanos.
El silbato de la muerte azteca, cuyo sonido ha sido descrito como “el más aterrador del mundo”, según Orgill, fue descubierto por primera vez en 1999 en la mano de un esqueleto en el templo de Quetzalcóatl, cerca de la Ciudad de México. Al principio, los arqueólogos pensaron que se que se trataba simplemente de un juguete o de un adorno.
Sin embargo, 15 años después, un científico sopló en el agujero del objeto con forma de calavera y descubrió que inusual instrumento musical producía un sonido que imitaba alaridos desgarradores.
Aunque no se conoce aún con seguridad la función que tenían los silbatos de la muerte, los científicos creen que, más allá de su propósito musical, jugaban un papel ceremonial o de intimidación de las tribus rivales. Lo que sí parece seguro es que era utilizado durante sacrificios humanos, ya que el esqueleto que sostenía el silbato no tenía cabeza.
El sonido del silbato genera de manera instintiva temor en quien lo oye debido a la mezcla de frecuencias en el sonido que produce, llegando hasta los 1.000 hercios, lo que coincide con la frecuencia que produce un grito de una persona aterrorizada.