Se llega hasta el final de la Colonia Catorce de Septiembre, por el Sur, donde estaba la Colonia Proyecto Piloto; se dobla aquí a la izquierda hasta donde estaba el tanque de agua potable de la Colonia Catorce de Septiembre. Frente a este tanque, en el lado izquierdo, se inicia un cauce, en el cual nos metemos los seis mil replegados, en completo silencio, porque a 200 metros al Este, en la orilla Sur del cauce, estaba la fábrica de Baterías Hasbani (de Luis Hasbani, aliado de Somoza), donde hay un batallón de guardias somocistas genocidas dotados de fusiles automáticos, ametralladoras y tanques. Se sigue ese cauce hacia el Este, el cual hace un giro al Sur rumbo al conocido Tanque Rojo (el cauce sigue allí, una cuadra al Este de donde estuvo el Tanque Rojo). De este Tanque Rojo unas 150 varas al Oeste, en un predio vacío y a la orilla de otro cauce, en una bajadita, estaba otro Comando de la Guardia Nacional, con varios centenares de soldados asesinos. El Repliegue continuó por el cauce hasta subir a la entrada del Camino Viejo de “Las Jagüitas”, donde había otro Comando de la Guardia Nacional somocista. Aquí fue preciso que el Repliegue se detuviera alrededor de una hora porque fue necesario neutralizar a “orejas”, “soplones” o informantes de los guardias genocidas, e inclusive, se registrron intercambio de disparos.
Se tomó ese Camino Viejo de “Las Jagüitas”, bastante despoblado entonces. Llegamos a las llamadas “Cuatro Esquinas”, donde terminan “Las Jagüitas” y se inicia el llamado “Valle Gothel” por el mismo Camino. En estas “Cuatro Esquinas” fueron dejados el famoso combatiente Carlos Alberto “El Sobrino” Dávila Sánchez y su esposa Marta Lorena López Mojica, porque “El Sobrino” iba gravemente herido. Su esposa se quedó cuidándolo. Muy de mañana del 28 fueron asesinados con saña inaudita por un batallón de los asesinos de la Escuela de Entrenamiento Básico (EEBI). Por este Camino Viejo de “Las Jaguitas” y cruzando potreros se llega al Cruce de Veracruz, donde el Repliegue se detuvo un poco después de las seis de la mañana del 28 de junio, por un combate contra una patrulla de la Guardia Nacional. Se recupera una ametralladora calibre 50, un camión repleto de tiros y centenares de cartones de cigarrillos. Caen en este combate los compañeros Aristeo Benavidez, Carlos “Paco” Miranda y Juan Ramón “Ringo” Rizo Villagra.
En este Cruce de Veracruz hay una carretera (ya existía entonces) que conduce al Puente de Ticuantepe, en la Carretera a Masaya, por el Sur. En este Cruce de Veracruz se reordenó el Repliegue a Masaya. Por disposición Táctica o militar, las columnas jefeadas o conducidas por el Comandante Ramón “Nacho” Cabrales Aráuz, tomaron rumbo Sur hacia los zanjones y puente de la entrada a Ticuantepe, donde tomaron caminos paralelos a la Carretera a Masaya, se apoderaron de varios vehículos, y un grupo numeroso de esta columna jefeada por Cabrales Aráuz, encabezado por Walter Ferrety, llegó pronto, un poco después de las ocho de la mañana, a la gasolinera de Nindirí, frente al Cerro del Coyotepe y unos 600 metros al Norte del Cerro de la Barranca. En ambos cerros habían centenares de guardias somocistas con lanzamorteros, ametralladoras calibre 50 y 30 y hasta con helicópteros artillados. Esta columna mencionada, montada en vehículos, giró al Oeste de la gasolinera, y siguió el Camino Viejo de entrada hacia el Cementerio y los rieles del Ferrocarril en Masaya. En medio de ataques de artillería desde los cerros del Coyotepe y La Barranca, donde los guardias estaban atrincherados, lograron llegar a la arrocera, dentro de la Ciudad de Masaya. Esta columna es la primera que llega a la Ciudad de Masaya o de “Las Flores”.
El resto del Repliegue, ya reordenado en dos grandes columnas, deja el Cruce de Veracruz, se enrumba hacia “Piedra Menuda” y se adentra por una encajonada alambrada a los dos lados, en dirección Este, donde había árboles pequeños, matorralitos a ambos lados de la encajonada, en la cual también se destaca un cauce paralelo, en el lado izquierdo. Poco a poco el camino va tomando rumbo Sur, hasta llegar a unos llamados “zanjones” y una colina o cerro, en la entrada de “Piedra Menuda”, ubicada unos tres kilómetros al Sur de las Cuatro Esquinas. Siguiendo este Camino Viejo se llega a la Comarca “Buena Vista”, donde hoy ya es pavimentado y hay, recuerdo y veo todavía hoy, una Terminal de Autobuses y una Gallera. Se llega, finalmente, al Cruce Real de Caminos, donde por el lado izquierdo se toma rumbo al camino que seguimos por “Piedra Quemada”. De este “Cruce Real de Caminos” hasta la Carretera a Masaya hay una distancia aproximada de 750 metros, caminando por encima de piedras volcánicas erizas, puntudas, llamadas “Piedra Quemada”. Este camino erizo desemboca en la orilla Norte de la Carretera a Masaya, frente a la entrada antigua del Volcán Masaya. En este trayecto de 750 metros aproximados se produjo lo más intenso del bombardeo aéreo infernal, que mató a casi un centenar de los replegados de Managua a Masaya, la inmensa mayoría jovencitos de entre 15 años y 27 años. En este punto del Repliegue Táctico de Managua a Masaya se produce otro acontecimiento histórico trascendental. El Estado Mayor del Frente Interno y el Comandante Carlos Núñez Téllez toman la decisión de que para impedir que los replegados no estén todos juntos en ese sitio y en ese momento (entre las once de la mañana y las dos de la tarde), la columna (con unos mil integrantes) que precisamente jefeaba el Comandante Núñez Téllez hace un giro hacia el Oeste, sale por el kilómetro 21 y medio de la Carretera a Masaya, cruza la Carretera y se interna en la misma “Piedra Quemada”, ya estando dentro del Parque Nacional Volcán Masaya. De ese modo, esta columna se va bordeando por el lado Oeste la Laguna de Masaya, da la vuelta por el Sur y entra a Masaya por los lados de Cailagua y Monimbó, un poco después de las dos de la mañana del 29 de junio de 1979.
A pesar de esta medida de separar las columnas más nutridas de gente, el bombardeo aéreo infernal del somocismo genocida en “Piedra Quemada”, entre las diez y media de la mañana y las dos de la tarde, ocasionó unos cien caídos o muertos, la mayoría de cuyos cadáveres desaparecieron. Por este camino erizo de piedras se sale al kilómetro 22 y medio de la Carretera a Masaya y por aquí sale lo grueso del Repliegue o columna que fue bombardeada salvajemente en este trayecto de unos 750 metros, en “Piedra Quemada”. Esta parte del Repliegue Táctico de Managua a Masaya era comandada por William Ramírez Solórzano, e íbamos en ella, quizás, aproximadamente 3,500 replegados, entre otros hombres y mujeres, más del 80 por ciento de ellos jovencitos de entre 15 y 24 años.
Salimos por un caminito lleno de piedras puntudas, cortantes, a ese kilómetro 22 y medio de la Carretera a Masaya. Caminamos un poco más de 100 metros por la orilla de un muro hasta llegar a la entrada, por la izquierda, del Camino Viejo al Casco Urbano de Nindirí. Entre esta entrada del Camino Viejo y el Casco Urbano de Nindirí hay cuatro kilómetros y medio. En este trayecto de camino de tierra continúa el bombardeo aéreo feroz y mortal y caen varios compañeros y compañeras, entre ellos Marta Lucía Corea Solís. Esta masa de Combatientes Populares y jefes guerrilleros, llegados a Nindirí, entre las cuatro y cinco de la tarde, tiene de frente al cerro y fortaleza del Coyotepe, a unos 600 metros al Este, donde están atrincherados los guardias nacionales con lanzamorteros, ametralladoras calibre 50, más los helicópteros con bombas de 1,000 y 500 libras, y temprano ya habían atacado también a las columnas jefeadas por los Comandantes Ramón “Nacho” Cabrales Aráuz, Walter Ferrety y Carlos Núñez Téllez.
En Nindirí, esta parte del Repliegue Táctico de Managua a Masaya, jefeado por William Ramírez Solórzano, bombardeado en “Piedra Quemada”, en el Camino Viejo a Nindirí y en el casco urbano de Nindirí, fue reordenado, y tomó el rumbo más peligroso y escabroso de todo el trayecto. Para evadir a los guardias del Coyotepe y La Barranca, ya enterados ellos plenamente de la presencia del Repliegue, se tomó la decisión de desplazarse, en plena oscuridad nocturna, por la orilla de los barrancos verticales y desfiladeros profundos pedregosos y de suelo poroso y resbaladizo de la Laguna de Masaya, comenzando por meternos por el alambrado que aún existe frente a la gasolinera, ubicada en la orilla del Camino Viejo (paralelo a la orilla de la Laguna, por el Este) hacia el Barrio San Carlos, que al mismo tiempo conduce al lado Oeste del Cementerio y hacia la Calle que lleva hasta el Colegio Don Bosco y a la entrada del Barrio Monimbó. Los integrantes de esta parte del Repliegue, un poco más de tres mil ciudadanos capitalinos, hicieron el recorrido por los barrancos verticales y desfiladeros peligrosos de la Laguna de Masaya, guiados por Combatientes Populares de Masaya y Managua, conocedores del camino lleno de zanjones, piedras y precipitaciones pedregosas hacia las aguas de la Laguna de Masaya, en un tiempo que duró desde las seis y media de la tarde del 28 de junio hasta un poco después de las dos de la mañana del 29 de junio de 1979. ESte trecho es de unos tres kilómetros. Los replegados salimos por un callejón que va de la orilla de la Laguna hacia el Cementerio, donde el Repliegue fue recibido por miembros del Estado Mayor de Masaya, entre otros, por Ramón “Macaco” Moncada Colindres.