El proyecto para enviar refugiados al país africano recibió duras críticas por parte de los defensores de derechos humanos
El polémico plan del Reino Unido para enviar a inmigrantes ilegales a Ruanda podría costar más de 600 millones de libras esterlinas (casi 760 millones de dólares), ya que pretende deportar a 300 indocumentados, de acuerdo con lo que ha advertido un regulador financiero el viernes.
El plan de deportaciones anunciado por el ex primer ministro Boris Johnson en 2022, que todavía se encuentra en trámite de aprobación, prevé enviar a la nación africana oriental a los indocumentados que lleguen a las costas británicas.
Como parte de los preparativos para el plan, Londres ya ha desembolsado a Kigali 220 millones de libras y planea pagar otros 150 millones en los próximos tres años, así como 120 millones más una vez que los primeros 300 expulsados estén reasentados, según informó la Oficina Nacional de Auditoría el viernes, y recoge Reuters.
Además, se prevé asignar 150.874 libras por individuo para cubrir los costes de reasentamiento. Previendo, asimismo, los gastos de vuelo y otros, el total excedería los 600 millones de libras (760 millones de dólares), reveló el regulador mencionando, y añadió que el Gobierno reconoce la índole “arriesgada y novedosa” de esa política y que el monto final dependerá de la cantidad de deportados.
El proyecto de ley se ha enfrentado a duras críticas por parte de los defensores de derechos humanos e incluso fue bloqueado en noviembre pasado por el Tribunal Supremo británico, que lo calificó de medida “ilícita“.
Por su parte, Yvette Cooper, miembro del Partido Laborista y secretaria del Interior “en la sombra”, arremetió contra la iniciativa del Gobierno conservador, al afirmar que el reporte sobre los costos “revela el escándalo nacional que los ‘tories’ han estado tratando de ocultar“.