Los expertos señalan que la información sobre un posible impacto del desastre llegaba con una anticipación de solo tres horas, mientras que los equipos más nuevos permiten determinar la amenaza en 24 horas
El sistema de detección temprana de tsunamis no ha estado a pleno funcionamiento en Indonesia durante los últimos seis años, ha afirmado este domingo el representante oficial de la Agencia Nacional para la Prevención de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, informan medios locales.
“A partir del 2012, la boya de detección temprana de aguas profundas no opera en el país, uno de los elementos claves del sistema”, dijo el funcionario. En su opinión, la razón es la falta de financiación necesaria, que, además, disminuye cada año.
Nugroho ha señalado que Indonesia necesita el equipo de detección de tsunamis más moderno, teniendo en cuenta que el archipiélago indonesio, el más grande del mundo, que consta de 18.000 islas, se encuentra en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, donde los movimientos tectónicos ocurren en promedio de cinco a seis veces al día.
Anteriormente, los representantes de la Agencia de Meteorología, Clima y Geofísica reportaron que solo había unos 130 sensores de cambio de nivel del mar en el país, mientras que en Japón, por ejemplo, hay alrededor de 1.000 sistemas de este tipo. Además, los expertos de la agencia señalaron que la información sobre un posible impacto del desastre llegaba con una anterioridad de solo tres horas, mientras que los equipos más nuevos permiten determinar la amenaza en 24 horas.
El potente terremoto de magnitud 7,5 azotó la isla indonesia de Célebes este viernes, con un hipocentro a unos 10 kilómetros de profundidad. Los temblores desencadenaron un tsunami que afectó especialmente a Palu, capital de la provincia de Célebes Central, y Donggala, causando una gran destrucción. Poco antes, sorprendentemente, las autoridades locales habían levantado la alerta de tsunami emitida inicialmente.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Indonesia ha informado que la cifra de muertos por el sismo y el tsunami aumentó a 832. El vicepresidente del país, Jusuf Kalla, dijo que el número final de muertos podría elevarse a “miles”.