En un nuevo estudio se propone investigar factores geofísicos y biológicos con el propósito de estimar la habitabilidad a largo plazo en exoplanetas y mundos oceánicos
Un grupo internacional de investigadores propuso un nuevo método para evaluar las condiciones necesarias de sustento vital (habitabilidad) a largo plazo en planetas y lunas, teniendo en cuenta una variedad más amplia de factores de cuantificación, informó este viernes el Instituto Tecnológico de California (EE.UU.).
Desde que se descubrió el primer exoplaneta, hace poco más de 25 años, se han identificado aproximadamente 5.000 objetos astronómicos que varían en tamaño, desde los que son similares a Mercurio hasta los que poseen varias veces la masa de Júpiter, con períodos orbitales que abarcan lapsos de menos de un día a varias décadas.
El hallazgo de nuevos cuerpos celestes abre las posibilidades para encontrar potenciales entornos que permitan la existencia de vida. No obstante, caracterizar esos planetas y determinar su habitabilidad es una tarea compleja.
En primer lugar, la definición de habitabilidad se relaciona con la vida como algo similar a lo que encontramos en la Tierra, junto con uno de sus constituyentes básicos: el agua. En segundo lugar, se considera que la vida es un evento superficial que podría modificar potencialmente la composición atmosférica, en caso de estar presente.
Los planetas con agua líquida en el subsuelo y protegidos por una capa de hielo pueden considerarse habitables. Si bien estos factores son evidentemente importantes, también es fundamental caracterizar la habitabilidad de mundos oceánicos y exoplanetas a largo plazo.
Estudiando nuevos factores
En un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Nature Astronomy, se propone investigar factores geofísicos y biológicos para estimar la habitabilidad “sostenida” de un objeto astronómico. Según los autores de la investigación, estos elementos incluyen una idea de cómo fluyen la energía y los nutrientes en un planeta.
“El tiempo es un factor crucial a la hora de caracterizar la habitabilidad”, aseguran los científicos. “Se necesita tiempo para que se produzca la evolución” en los planetas candidatos a albergar vida, puesto que “ser habitable durante un milisegundo o un año no es suficiente”, añaden. Por eso estiman que “comprender la habitabilidad de un planeta requiere una perspectiva matizada que exige que astrobiólogos y geofísicos hablen entre sí”.
En el caso de la luna helada de Saturno, Encélado, para los especialistas a pesar de que se conocen sus propiedades geoquímicas, que permiten describir su habitabilidad “instantánea”, es necesario entender sus cualidades geofísicas. De esta forma, podrían conocerse mejor la edad de su océano subterráneo o cómo fluyen el calor y los nutrientes entre el núcleo, el océano interior y la superficie.
“Este artículo trata sobre la importancia de incluir capacidades geofísicas en las futuras misiones a los mundos oceánicos, como se planea actualmente para la misión Europa Clipper, dirigida a la luna Europa de Júpiter”, concluye el científico Steven Vance, coautor del estudio.