Se trata de la primera vez que se encuentran estrellas recién nacidas más allá de la Vía Láctea y las Nubes de Magallanes
Un grupo internacional de astrónomos reportó, en un artículo recientemente publicado en el servicio de preimpresión arXiv, el descubrimiento de objetos estelares jóvenes (YSO, por sus siglas en inglés) en el interior de la galaxia espiral M33, situada en la constelación del Triángulo, a 2,7 millones de años luz de distancia de la Tierra.
De acuerdo con el sitio Universe Today, los YSO son estrellas en sus primeras fases de evolución. En este caso, podrían ser consideradas como protoestrellas que todavía están despejando masa de sus nubes moleculares gigantes (GMC, por sus siglas en inglés). Se convertirán en estrellas una vez que inicien la fase de fusión de sus núcleos (secuencia principal), lo que ocurrirá en aproximadamente 500 millones de años. Esta estimación depende en gran medida de la masa que posean.
Se ha podido observar la formación de estrellas mediante una variedad de trazadores de longitudes de onda. No obstante, este proceso, considerado como fundamental en la evolución de las galaxias, es difícil de identificar, incluso en la Vía Láctea. Esto se debe a que la ‘nube natal’ oculta a las estrellas recién nacidas, por lo que estas no pueden ser detectadas en la luz visible.
Existe, en cambio, una posibilidad de apreciarlas cuando están lo suficientemente calientes, puesto que emiten radiación infrarroja. Estas estrellas jóvenes también suelen expulsar chorros de polvo y gas con radiación electromagnética, por lo que son detectadas con facilidad.
Descubriendo las estrellas recién nacidas
Los investigadores explicaron que deseaban comprender el proceso de formación de estrellas en otras galaxias, debido a que cada uno de estos conjuntos estelares posee un entorno químico y una historia evolutiva únicos. Sin embargo, los telescopios espaciales Spitzer y Herschel, así como otros observatorios terrestres, no tenían la capacidad de identificar los YSO más allá de nuestra vecina galáctica, la Gran Nube de Magallanes.
En este nuevo estudio, los especialistas decidieron emprender la búsqueda de los YSO en la galaxia M33, dado que esta cuenta con brazos espirales hinchados que contienen regiones de formación de estrellas. Con la ayuda del instrumento infrarrojo medio (MIRI) del telescopio espacial James Webb, se logró detectar alrededor de 793 de estas estrellas jóvenes escondidas entre las GMC.
Según los responsables del hallazgo, los YSO descubiertos en la M33 brindan información sobre la compleja interacción entre el gas molecular, las nubes moleculares gigantes y el proceso de formación de estrellas. Por otro lado, explicaron que esta es la primera vez que encuentran estrellas recién nacidas más allá de la Vía Láctea y las Nubes de Magallanes.