Las mordeduras de serpientes causan anualmente la muerte de más de 100.000 personas, principalmente en Asia y África
Un grupo de científicos del centro de investigación médica estadounidense Scripps Research desarrolló un antídoto que puede bloquear los efectos de las toxinas letales en los venenos de una amplia variedad de serpientes que se encuentran en África, Asia y Australia. El principio activo del antídoto es un anticuerpo que protegió a los ratones de experimentación del veneno mortal de peligrosas serpientes elápidas, incluidas las mambas negras, las cobras reales y los kraits.
El resultado constituye un gran paso hacia un antídoto universal que sería eficaz contra el veneno de todas las serpientes. Más de 100.000 personas al año, principalmente en Asia y África, mueren por mordeduras de serpientes. Estas mordeduras resultan más mortales que la mayoría de las enfermedades tropicales desatendidas.
Hacia un antídoto universal
Los antídotos actuales se producen inmunizando animales con veneno de serpiente y, por lo general, cada uno solo funciona contra la especie de ofidio de la que fue obtenido. De este modo, para tratar las mordeduras de serpientes se deben fabricar muchos antídotos diferentes. Sin embargo, las toxinas de las serpientes también tienen regiones que se han mantenido invariables a lo largo de la evolución, y un anticuerpo dirigido a estas regiones posiblemente podría funcionar contra todas las variantes de esa toxina.
“Este anticuerpo actúa contra una de las principales toxinas que se encuentran en numerosas especies de serpientes y que contribuye a decenas de miles de muertes cada año”, comenta Joseph Jardine, profesor asistente de inmunología y microbiología y autor principal del resultado. “Esto podría ser increíblemente valioso para las personas de los países de ingresos bajos y medios, que tienen la mayor carga de muertes y lesiones por mordeduras de serpiente”, agrega.
Obtención del antídoto
Los científicos aislaron y compararon proteínas venenosas de una variedad de serpientes venenosas elápidas (una familia de ofidios que incluye a mambas, cobras y kraits), y en todas ellas descubrieron un tipo de proteína altamente tóxica, llamada toxina de tres dedos (3FTx), que presenta pequeñas zonas similares entre todas las especies.
El equipo utilizó 16 formas de estas toxinas, sintetizadas en el laboratorio, para examinar más de 50.000 millones de anticuerpos humanos e identificar uno que pudiera bloquear la actividad de la mayoría de las toxinas. El anticuerpo promisorio lo denominaron 95Mat5. Jardine explicó que “fue emocionante ver que podíamos producir un anticuerpo eficaz de forma totalmente sintética: no inmunizamos a ningún animal ni utilizamos serpientes”.
Los investigadores probaron el efecto del 95Mat5 en ratones inyectados con toxinas diversas serpientes. En todos los casos, los ratones que recibieron simultáneamente una inyección de 95Mat5 estuvieron protegidos de la muerte y de la parálisis.
Limitaciones del antídoto
Si bien el 95Mat5 es eficaz contra el veneno de todos los elápidos, no bloquea el veneno de las víboras, el segundo grupo de serpientes venenosas. Los científicos consideran que la combinación del 95Mat5 con otros anticuerpos contra otra toxina elápida y dos toxinas de víboras podría proporcionar una amplia cobertura contra la mayoría de los venenos de serpientes, si no a todos.
“Creemos que un cóctel de estos cuatro anticuerpos podría funcionar como un antídoto universal contra cualquier serpiente médicamente relevante del mundo”, afirma Irene Khalek, primera autora del artículo publicado este miércoles en Science Translational Medicine.