En 2017 solo fueron investigados el 7 % de los delitos y menos de 3 % terminaron en una sentencia, lo que arrojó una tasa de impunidad de 97 %, según el Instituto para la Economía y la Paz (IEP)
En 2018, México registró 33.341 homicidios dolosos y 861 feminicidios, convirtiéndose en el año más violento desde que se tienen registros oficiales.
La creciente violencia significó el deterioro de la paz en 22 de los 32 estados de la República, además de representar un impacto económico que se estima en 5,16 billones de pesos (aproximadamente 268.000 millones de dólares), o el equivalente al 24 % del Producto Interno Bruto (PIB), según se desprende del ‘Índice de Paz México 2019’.
En términos per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 41.181 pesos (2.176 dólares) por cada mexicano, más de cinco veces el salario mensual promedio de un trabajador, explica el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
El IEP refiere en su informe que reducir la violencia en los cinco estados más pacíficos (Yucatán, Campeche, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo) “generaría un dividendo de paz de 2,5 billones de pesos al año (132.205 millones de dólares)”.
Las razones del retroceso
El Índice de Paz México 2019 atribuye el retroceso en los niveles de paz a una razón principal: el recrudecimiento de la tasa de homicidios, que se elevó en 14 %.
El año pasado, la tasa nacional de homicidios llegó a 27,2 por cada 100.000 habitantes, una cifra que supera cinco veces el promedio global.