Además, descubrieron otros cuatro tipos de culebra caracolera con ojos inusuales que habitan en los árboles y están en peligro por el desarrollo de la actividad minera
Cinco nuevas especies de serpiente han sido descubiertas en las selvas de América Central y del Sur. Todas tienen un color de ojos inusual.
Una de ellas, que habita los matorrales de los bosques precordilleranos de Panamá, es de color anaranjado, tiene los ojos rojizos y recibió el nombre del actor ecologista Leonardo DiCaprio, según un comunicado emitido por Alejandro Arteaga, el autor principal del estudio, presidente y director de investigación de la Fundación Khamai, una organización no gubernamental conservacionista.
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El actor, al enterarse del hecho, pidió que se agregara el nombre de su madre, Irmelin Indenbirken, a la denominación científica de la serpiente, por lo que la especie fue incluida en los catálogos como culebra caracolera de DiCaprio o ‘Sibon irmelindicaprioae’.
La serpiente se especializa en la caza de caracoles y es considerada segura para los humanos. Pasa la mayor parte del tiempo en árboles, a tres metros de altura. Se protege de los depredadores emitiendo un olor desagradable. Su longitud es de unos 38 centímetros.
Las cinco especies recién descubiertas se describen en un estudio publicado el 25 de enero en la revista ZooKeys. Además de la serpiente de DiCaprio, figuran: la culebra caracolera de dosel (‘Sibon canopy’), la de Marley (‘Sibon marleyae’), la de Vieira (‘Sibon vieirai’) y la de Welbor (‘Dipsas welborni’).
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Los investigadores describieron las características de las nuevas especies y expusieron de qué modo las mineras de oro y cobre en Ecuador y Colombia amenazan a las serpientes de distinto tipo.
“Tanto las minas a cielo abierto legales como las ilegales son inhabitables para las serpientes comedoras de caracoles”, señaló Arteaga, “pero las minas legales pueden ser el menor de los males. Al menos, respetan el límite de las áreas protegidas cercanas, responden ante una autoridad superior y, presumiblemente, es poco probable que ejerzan violencia contra guardaparques, investigadores y conservacionistas”, explicó.
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“Estas nuevas especies de serpiente son solo la punta del iceberg en cuanto al descubrimiento de nuevas especies en esta región”, dijo Arteaga. “Pero si la minería ilegal continúa a este ritmo, es posible que no haya oportunidad de hacer descubrimientos en el futuro”, sostuvo.
Las serpientes caracoleras neotropicales (de los géneros ‘Sibon’ y ‘Dipsas’) tienen un estilo de vida único que las hace particularmente vulnerables a los efectos de la minería de oro y cobre. Por un lado, son arborícolas, o sea que no pueden sobrevivir en áreas desprovistas de vegetación, como en las minas a cielo abierto.
Por otro lado, se alimentan exclusivamente de babosas y caracoles, que habitan cerca de arroyos y ríos, pero cuya cantidad está disminuyendo debido a la contaminación del agua.
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