Ambas partes están inmersas en intensos combates que ya han dejado decenas de muertos y centenares de heridos
Este sábado, el jefe de ala militar de Hamás, Mohammed Deif, anunció el inicio de una operación militar contra Israel, denominada ‘Inundación de Al-Aqsa’. En respuesta, la parte israelí anunció la puesta en marcha de la operación ‘Espadas de Hierro’.
Tras los bombardeos e infiltraciones de militantes palestinos en Israel, Deif ha declarado “el día de la gran revolución” e instó a los árabes residentes en Israel y cerca de sus fronteras a unirse a los ataques.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que su país se encuentra en una guerra.
El Ejército israelí anunció la creación de una zona militar cerrada “en toda el área de responsabilidad de la División de la Franja de Gaza”. La entrada a la zona militar cerrada está prohibida y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) pidieron a los ciudadanos estar alerta y no ingresar en la zona.
Actualmente, Israel y el movimiento Hamás están inmersos en intensos combates. Como resultado de los enfrentamientos, el número de muertos en el país hebreo aumentó a unas 300 personas, mientras que el número de heridos alcanzó los 1.590. En Palestina se contabilizan 198 muertos y 1.610 heridos.
Asimismo, decenas de ciudadanos israelíes, entre los cuales se encuentran mujeres y ancianos, así como miembros de las FDI, han sido secuestrados por las Brigadas al-Qassam, el ala militar de Hamás.
Durante esta jornada, Netanyahu prometió utilizar “todo el poder” de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) para destruir las capacidades de Hamás y convertir Gaza en una ciudad “en ruinas”.
El Gabinete de Seguridad de Israel decidió interrumpir el flujo de electricidad, combustible y mercancías a la Franja de Gaza con el fin de destruir “las capacidades militares y gubernamentales” de Hamás y la Yihad Islámica Palestina en el territorio.
De acuerdo con los datos publicados por las FDI, más de 3.000 cohetes fueron lanzados por Hamás desde la Franja de Gaza contra el territorio israelí y más de 20 comunidades del sur de Israel fueron invadidas por militantes de Hamás.
A su vez, el Ejército israelí realizó una serie de ataques aéreos en la Franja de Gaza. Uno de estos ataques fue llevado a cabo con drones contra un lanzacohetes, mientras que otro fue dirigido contra militantes de Hamás que intentaban infiltrarse en Israel a través de la playa de Zikim y desde el centro de la Franja de Gaza.
Al mismo tiempo, aviones de combate israelíes atacaron un cuartel general operativo de Hamás y un cuartel general perteneciente a la Yihad Islámica Palestina, informaron las FDI. Las Fuerzas Armadas de Israel también perpetraron ataques aéreos contra dos mezquitas utilizadas por Hamás en la Franja de Gaza para materializar ataques contra Israel.
En Sderot se escuchó una serie de disparos. Previamente se reportó que esa ciudad israelí fronteriza con Gaza estaba siendo escenario de enfrentamientos y que un tanque Merkava Mk 4 de las FDI fue visto entrando en la localidad.
Posteriormente, Netanyahu declaró que la primera fase de la operación israelí contra Hamás ha concluido y prometió devolver “la seguridad” a su país. “Nos embarcamos en una guerra larga y difícil. […] La primera fase finaliza en estas horas destruyendo la mayor parte de las fuerzas enemigas que han penetrado en nuestro territorio. Al mismo tiempo, iniciamos la formación ofensiva y esta continuará sin reservas y sin tregua hasta alcanzar los objetivos”, aseguró el primer ministro.