El papa Francisco recordó a Nicaragua y Venezuela, al hacer referencia a distintas crisis en el mundo, y les deseó que puedan resolver sus problemas por el diálogo y vías pacíficas.
En su largo discurso, el Santo Padre envió un mensaje de cercanía a los pueblos que representan, junto a su deseo de que el año que comienza “traiga paz y bienestar a todos los miembros de la familia humana”.
“Pienso particularmente en la amada Nicaragua, cuya situación sigo de cerca, con el deseo de que las distintas instancias políticas y sociales encuentren en el diálogo el camino principal para empeñarse por el bien de toda la nación”, afirmó Francisco, en un discurso al cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano.
El papa subrayó que “la Santa Sede no busca interferir en la vida de los Estados” y dijo que su pretensión es “ponerse al servicio del bien de todo ser humano” y “trabajar por favorecer la edificación de sociedades pacíficas y reconciliadas”.
También deseó “para la amada Venezuela, que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la persistente crisis política, social y económica”.
El Papa Francisco recibió a los miembros del Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede en la tradicional audiencia con ocasión de las felicitaciones por el nuevo año y aseguró que la Iglesia trabaja para “favorecer la edificación de sociedades pacíficas y reconciliadas”.
El Santo Padre agradeció “los esfuerzos de muchos gobiernos e instituciones que, impulsados por un espíritu generoso de solidaridad y caridad cristiana, colaboran fraternamente en favor de los migrantes” y mencionó a Colombia, “que, junto a otros países del continente, en los últimos meses ha recibido a un gran número de personas de Venezuela”.