Estados Unidos ha tomado una medida decisiva al sancionar al ex presidente haitiano Michel Martelly por su implicación en el tráfico global de drogas. Según las autoridades, Martelly utilizó su poder e influencia para facilitar el narcotráfico y ha sido un patrocinador de múltiples pandillas en Haití. Estas actividades han intensificado la inestabilidad política y la violencia en el país, creando un entorno insostenible para la vida diaria de los haitianos.
La violencia relacionada con el tráfico de estupefacientes y la proliferación de pandillas ha exacerbado la ya frágil situación en Haití, sumiendo al país en una crisis continua. En respuesta, Estados Unidos ha decidido actuar para asegurar que aquellos responsables de perpetuar la violencia y la inestabilidad sean llevados ante la justicia, sin importar su posición o poder.
Esta sanción refleja la determinación de Estados Unidos de no permitir que las élites políticas y económicas haitianas sigan socavando el futuro de su nación. La acción ocurrió el 20 de Agosto 2024.