Las nueve líneas de texto, con una cruz en su cima, fueron identificadas como escritura en griego koiné, es decir, el mismo dialecto en el que se escribió el Nuevo Testamento
Un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) ha descubierto en las ruinas de la fortaleza de Hircania, en el desierto de Judea, una antigua inscripción en griego que forma parte de una paráfrasis de un salmo bíblico, comunicó esta semana la entidad educativa.
La antigua fortificación hebrea se encuentra en una región de díficil acceso y, aunque anteriormente se realizaron algunas investigaciones del sitio, hasta ahora no se había llevado a cabo ninguna excavación arqueológica académica y metodológica.
Durante las excavaciones, los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén hallaron una piedra de mampostería con letras griegas pintadas en rojo, que se encontraba en las ruinas de lo que se cree fue un monasterio de la época bizantina. Las nueve líneas de texto, con una cruz en su cima, fueron identificadas como escritura en griego koiné, es decir, el mismo dialecto en el que se escribió el Nuevo Testamento.
Posteriormente, el epigrafista Avner Ecker, de la Universidad Bar-Ilan (Israel), determinó que se trata de “uno de los salmos más comunes en la liturgia cristiana en la antigüedad”. Ecker pudo identificar el texto legible como una paráfrasis de un salmo que dice: “Jesucristo, salva mi alma, porque soy pobre y desamparado”.
“Al parecer, uno de los monjes pintó un graffiti de la cruz en la pared y escribió debajo una oración que conocía muy bien”, dijo el científico. De acuerdo con el estilo de la escritura, la inscripción data a más tardar de la primera mitad del siglo VI d. C., señala la entidad.