Después de medio día de exhaustiva caminata que les permitió avanzar unos 45 kilómetros por el sur de México, un primer grupo de migrantes centroamericanos alcanzó el lunes el municipio de Huixtla, en el estado de Chiapas.
La caravana, que partió hace más de una semana con menos de 200 migrantes, fue atrayendo más personas a su paso y la ONU estimó que ahora podría haber unas 7.200 personas.
El portavoz adjunto del organismo, Farhan Haq, dio la cifra a periodistas en la sede de la organización en Nueva York y dijo que la Organización Internacional para las Migraciones informó que un gran número de personas seguían llegando a México el lunes.
“Los Estados de la región deben cooperar para resolver la situación”, dijo Haq, quien agregó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) envió un equipo de emergencia a las ciudades mexicanas cerca de la frontera con Guatemala. El objetivo del equipo es brindar a los miembros de la caravana la información adecuada sobre el sistema de asilo de México, así como asesoramiento legal y asistencia humanitaria.
Recién llegados desde Tapachula, y tras haber soportado un sol ardiente, los migrantes rápidamente buscaron lugares con pasto en una plaza pública para pasar la noche. Tras haber descansado, miles de migrantes reanudaron temprano su marcha a Estados Unidos pese a las nuevas amenazas del presidente Donald Trump.
En su cuenta de Twitter, el mandatario culpó a Guatemala, Honduras y El Salvador por no impedir que la gente salga de sus países y escribió: “Ahora comenzaremos a cortar, o reducir sustancialmente, la ayuda externa masiva que se les da habitualmente”.
Agregó más tarde en la Casa Blanca: “Hemos estado dando tanto dinero a tantos países diferentes durante tanto tiempo que no es justo y no es bueno”. Y luego, cuando les pedimos que mantengan a su gente en su país, no pueden hacerlo”.
Sin embargo, no estaba claro si los tweets del presidente tenían alguna implicación política.
Detractores afirman que afirmaciones de Trump son incorrectas y no han sido demostradas, y que está tratando de usar el tema para alentar a sus votantes a ir a las urnas para las elecciones de medio periodo
Un portavoz del Pentágono, el teniente coronel del ejército Jamie Davis, dijo que el Pentágono no había recibido nuevas órdenes para proporcionar tropas para la seguridad de la frontera. Y un funcionario del Departamento de Estado dijo que a la agencia no se le habían dado instrucciones para eliminar o reducir la ayuda a los países centroamericanos.
Por otra parte, un equipo de periodistas de The Associated Press que ha viajado con la caravana durante más de una semana ha hablado con hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, pero no ha visto a ningún migrante de Medio Oriente como Trump sostuvo al decir que van mezclados con los centroamericanos.
En una entrevista a USA Today, el mandatario estadounidense dijo que había “personas de Medio Oriente” en sus filas, reiterando una afirmación que había hecho en sus redes sociales: “Los delincuentes y los desconocidos de Oriente Medio están mezclados. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que se trata de una Emergencia Nacional”.
No obstante, no confirmó la fuente de sus apreciaciones, pero, según la Casa Blanca, antes de abordar esta tarde el Marine One, le respondió a un periodista, al respecto, que “es algo horrible y es mucho más grande que 5.000 personas, y tenemos que detenerlos en la frontera”.
Detractores afirman que afirmaciones de Trump son incorrectas y no han sido demostradas, y que está tratando de usar el tema para alentar a sus votantes a ir a las urnas para las elecciones de medio periodo.